El colista le saca los colores a un indolente CD Zamarat

Bembibre pareció ser el único equipo que se jugaba algo en un encuentro vital para cimentar la permanencia. El CD Zamarat apenas dio señales de vida y fue arrollado por el colista, dando una imagen desalentadora que solo maquilló al final para dejar el marcador en el 68-78 definitivo.

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El enésimo derbi autonómico entre CD Zamarat y Bembibre volvía a dejar un encuentro de agonía para ambos. Los dos planteles se han acostumbrado en los últimos años a tener que navegar en las posiciones más bajas de la tabla y a luchar de manera exhausta por la permanencia. Este viernes el escenario no era diferente al de otras campañas. Bembibre llegaba en la última plaza de la tabla y el CD Zamarat era antepenúltimo. Era un duelo de necesidades para dos conjuntos que no terminan de arrancar en este curso.

La escuadra de Fran García llegaba muy tocada al duelo, con la lesión de Quirante y con Montoliu recién salida de una lesión, la rotación del técnico se reducía a la mínima expresión. Eso lo aprovechó Bembibre para imponer un ritmo de partido muy alto, obligando a sus jugadoras a presionar a toda cancha, haciendo una defensa pegajosa y asfixiante que fue desgastando poco a poco a un Quesos El Pastor que durante la primera parte fue de más a menos, a medida que se erosionaba su aspecto físico.

El primer cuarto acabó igualado con 21-24, a favor de Bembibre, comandado por una Roselis Silva a la que el CD Zamarat acogió mientras no tenía equipo al inicio de la liga y que asestó un duro golpe a su ‘ex equipo’ con una dirección perfecta. La buena defensa de Bembibre, unido a un acierto alto en el tiro, gracias a lograr buenas posiciones de lanzamiento, permitió que las bercianas empezaran a abrir brecha poco a poco en el segundo parcial. El CD Zamarat estaba exhausto, incapaz de sacar nada productivo en la ofensiva e impotente para parar el torrente ofensivo de Bembibre. Las visitantes estaban entendiendo que se jugaban la vida deportiva y que la victoria era indispensable. Esa diferencia de intensidad, de ritmo, de presión, de hambre, de amor propio, quedó reflejada en un segundo parcial de 6-21.

Las de Pepe Vázquez tenían el partido donde querían ante un CD Zamarat que echaba por tierra sus buenas sensaciones mostradas tras el parón. Ninguna jugadora local era capaz de tomar el timón. Especialmente hiriente es la situación de Berezhynska, que siendo una de las jugadoras franquicias del equipo no termina de ser la jugadora determinante que por caché se espera y termina borrándose de los partidos. Llegaba el asueto con un desalentador 27-45.

El paso por vestuarios no mejoró la situación para las locales, incapaces de crear ataques limpios para terminar en buenos lanzamientos. Bembibre seguía a lo suyo, apretando en defensa y aprovechando la endeblez en la retaguardia local para seguir aumentando unas ventajas que rondaron los 25 puntos. Parecía que sólo las bercianas se jugaban algo ante un plantel sin alma. Si bien es cierto que el CD Zamarat intentó reaccionar en algunos pasajes del tercer parcial, el buen trabajo de Bembibre se vio además acompañado con un altísimo acierto en el tiro. Se entraba en el último cuarto con un 45-65 que parecía dejar sentenciado el choque.

Vázquez exigió a las suyas no bajar el ritmo en ningún instante, manteniendo la presión muy alta en cada acción, sin dejar respirar a las zamoranas. Y es que el técnico berciano era consciente no solo de la importancia de la victoria, sino de mantener un average alto para posibles empates a final de temporada. No obstante, en esos minutos finales el CD Zamarat logró maquillar el marcador y reducir la desventaja a los diez puntos con el definitivo 68-78.

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