El colista saca los colores a un Zamora desdibujado

Los rojiblancos dominaron el balón pero fueron incapaces de superar a un Julen imperial bajo palos y que fue el puntal para la victoria visitante por 1-2

Zamora   Polvorín  (29)
Zamora Polvorín (29)

Con el sol como protagonista, el Polvorín buscaba que el Domingo de Ramos fuese la fecha escogida para lograr un cambio en su dinámica de once encuentros sin conocer la victoria. Objetivo que trataba de encontrar ante un Zamora que llegaba con dos derrotas consecutivas, pero que pronto demostró querer dominar ante su afición.

Encerrando al Polvorín a través del balón, el Zamora mostró su plan de ataque desde las bandas con Álex Ares y Manu Viana como protagonistas, especialmente este segundo por la izquierda buscando romper la espalda de Torrado. Ocasiones ofensivas que generaron problemas a un Julen que desde el arranque tuvo que lidiar con los nervios de una defensa incapaz de imponerse a la conexión entre el extremo y Carlos.

El guardameta sacó varias paradas de mérito, especialmente a disparos lejanos y adelantándose a pases peligrosos. Los lucenses encontraron en un saque de esquina botado por Manu Viana el mayor peligro con un intento de disparo olímpico que Julen despejó de puños.

Con la grada encendida, aplaudiendo a los zamoranos, el Polvorín dejó claro que Thiam era su mayor esperanza y esperaba su momento atrás. El extremo encontró la acción necesaria para enmudecer al Ruta de la Plata en una jugada aislada. El futbolista recorrió la banda izquierda acompañado de Christian con todo el Zamora en campo rival, entró hacia dentro y lanzó un disparo que Troya dejó muerto y que el delantero rebañó para lograr el 0-1 en el minuto 24.

A partir de ese momento el cuadro visitante dejó claro que estaba más que cómodo, sin sufrir demasiado en defensa y ganando metros poco a poco ante un Zamora que terminó nervioso, un sentir que personificó Theo con una falta en el área rival y que costó la amarilla al crear una pequeña tangana entre dos equipos que marcharon al descanso con el 0-1.

Buscando cambios en el terreno de juego Yago Iglesias arrancó la segunda parte con un triple cambio, dando entrada a Silva, Dani Hernández y Sancho de una tacada para dar mayor verticalidad a su equipo. El propio Sancho demostró el acierto de su entrenador, lanzando un centro que remató Manu Viana y que golpeó al palo pero que acabó anulado por fuera de juego.

El extremo revolucionó el partido y alegró el ánimo de una grada golpeada por el tanto lucense de la primera parte. Con más empaque arriba, el susto llegó para el Zamora en un potente disparo de Pablo Castrín dentro del área que despejó Troya.

El Polvorín mostró el mismo camino que en la primera parte y en el 60’ estuvo a punto de firmar el segundo gol. Pablo Castrín ganó la línea de fondo, disparó y despejó Troya antes de que Rosón tuviera un segundo intento que sacó Raúl Prada bajo palos. Doble ocasión visitante que dio paso al cabreo de unos seguidores que tardaron cinco minutos en festejar el empate.

David Ámez llegó a la frontal, cargó un derechazo y mandó el balón al segundo palo para lograr el 1-1 con más de veinte minutos por delante para buscar la remontada. Gol que sirvió al Zamora para retomar el pulso al encuentro antes del golpe definitivo del Polvorín.

Cuando todo parecía destinado al empate, los lucenses encontraron el 1-2 en una jugada donde la mala suerte fue la compañera de los locales. Un centro desde la derecha buscó el remate de Leandro, pero Troya tocó el balón y su despeje golpeó en un Raúl Prada que acabó siendo el autor en propia puerta de la derrota zamorana.

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