Las gradas del Ruta de la Plata registraron la mejor entrada del curso con un total de 1.877 espectadores dispuestos a disfrutar con su equipo. El rival, un Real Ávila que llegaba en un inicio liguero complicado, llamaba la atención, y eso se pudo notar en las taquillas del estadio.
Desde el primer momento, la afición se encontró con un juego vistoso y atrevido de los suyos, algo que costó el tanto inicial en contra a los siete minutos. Rubo abrió la lata con una buena contra ante una defensa adelantada que no pudo parar al abulense, quien conseguía batir a Jon Villanueva.
A partir de ese momento, la grada trató de animar a los suyos y de disfrutar. Y lo hicieron. Rubiato y Escudero consiguieron remontar antes del descanso para el placer de los aficionados, y para demostrar la felicidad que se respiraba a sabiendas de la posibilidad de mantener el liderato.
Tras la reanudación, la felicidad siguió presente y aumentó por momentos. Rubiato volvió a ver puerta, firmando su doblete y despertando el delirio de los zamoranos sentados en sus asientos y que no dejaron de aplaudir y jalear el encuentro. Lo mostraron, especialmente, al ver como su ariete era sustituido y le dieron su visto bueno con una gran ovación tras el notable encuentro del delantero.
Vallejo fue el encargado de sentenciar el marcador con un cabezazo a placer para poner el 4-1, volviendo a hacer florecer los aplausos desde unas gradas que pudieron disfrutar con los suyos y del liderato ante un Real Ávila que no pudo contener a los de David Movilla.
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