Han pasado cuatro días desde que el deporte zamorano recibiera una de las noticias más duras de los últimos años. Y es que más allá de ascensos o descensos deportivos que se han podido producir en las últimas temporadas, la expulsión de la competición del FS Zamora por parte de la LNFS resulta ser un golpe importante en la línea de flotación de este club zamorano.
Después de todo este tiempo para asimilar la noticia y valorar las posibles acciones a tomar, la junta directiva se reunirá este próximo lunes con el cuerpo técnico y los jugadores para desarrollar un cónclave del que deben salir las posibles soluciones de cara a final de temporada. Y es que según la resolución de la Liga Nacional de Fútbol Sala, tanto jugadores como técnicos quedan libres tras ser excluido su club de la competición.
En este sentido, los futbolistas preguntarán a la directiva qué pasará hasta final de campaña, teniendo en cuenta que el acuerdo alcanzando en la mayoría de los casos se extendía hasta final de temporada. Algunos futbolistas habían tanteado la opción de buscar otros destinos para la segunda vuelta. Pero de los tres jugadores que contaban con ofertas conocidas, dos de ellos han visto cómo la situación se complica. Y es que ante la exclusión del FS Zamora de la competición, esta temporada no bajará ningún equipo más de Segunda División a Segunda B, por lo que los equipos que permanecen en la zona baja de la categoría de plata del fútbol sala español no necesitarán reforzarse puesto que ya no corren peligro de descenso.
Sin duda, situación complicada para un club que pese a las vicisitudes que se le presentan, ya anunciaba en las últimas horas que no entra en sus planes la desaparición como entidad.
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