El zamorano Rubén Prieto Pérez ha entrado de lleno entre los grandes del culturismo gracias a un año cargado de éxitos que han tenido su punto álgido en la consecución de hasta tres oros en el Campeonato de España de Culturismo celebrado el pasado fin de semana en Alcalá de Henares.
En su primer año compitiendo en la modalidad de Bodybuilding, este zamorano se ha proclamado campeón de toda competición a la que se ha presentado, lo que lo posiciona como uno de los aspirantes al título europeo que se disputará en abril de 2023.
Preguntado por la motivación que le llevó a practicar este deporte, Rubén nos explica que ''fueron unas malas críticas'' lo que le picó tras pasar una mala época personal, y el desprecio con el que alguien le dijo que ''a dónde iba a ir él''.
Así, en 2016 fue cuando Rubén se adentró en el mundo del fitness para poco a poco irse enganchando con la motivación de superarse. Tal y como nos cuenta, fue en 2020 cuando tenía previsto presentarse a las competiciones y fue el COVID el que retrasó todo hasta ahora, momento en el que, tras una exigente preparación, es campeón de España.
Y es que, el camino hasta el campeonato nacional ha sido exigente. En primer lugar, se proclamó campeón de Culturismo y Fitness del Norte de España en un certamen celebrado a finales de septiembre y en el que ganó en todas las categorías a las que se presentó. Después, repitió hazaña con dos oros más en las categorías Classic y Classic Physique en La Rioja para finalmente, hacerlo a nivel nacional.
Durante este tiempo, Rubén ha tenido que compatibilizar su trabajo de comercial con los entrenamientos, algo que tal y como él mismo confiesa, ‘’ha sido muy duro, me ha costado la vida’’. La rutina de entrenamientos para llegar en las mejores condiciones al Campeonato de España incluía 5-6 entrenamientos semanales en los que Rubén asegura que ‘’hacía siempre un poco más de lo que me pedía el preparador y en las semanas de concurso que solo se hacen un par de entrenamientos, los hacía más largos.’’
Su trabajo de comercial por toda la provincia le obliga a pasar días enteros fuera, llevarse la comida ya preparada y entrenar a la vuelta por lo que el descanso, también se veía reducido: ‘’Dormía muy poco, unas cinco horas y por eso, por haber sido tan duro estoy orgulloso de haberlo conseguido.’’
Después de haberlo conseguido, la lógica invita a pensar que ahora se tomaría un merecido descanso para poder disfrutar de aficiones como la moto, algo que él mismo tenía pensado y que, tras la posibilidad que su entrenador le comentó de participar en el europeo, ha visto trastocados sus planes: ‘’Me tomaré un descanso hasta diciembre solamente y ya en enero iremos a saco para ser preseleccionado y poder disputar el europeo en abril.’’
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