Equipo tocado tras la derrota. Lo primero, felicitar al rival por la victoria. Dicho esto, el cuerpo se queda tocado. Duele perder, duele la derrota por nuestra gente, por los chicos, porque están trabajando muy bien, pero hoy no hemos tenido ese nivel de acierto. Hemos tenido un montón de imprecisiones y si para ganar fuera de casa necesitamos tres, vamos a ganar muy poco. También decir que los mismos que hoy no han estado acertados, son los que muchos días nos han dado mucho. Toca apoyarlos, animarlos y evidentemente exigirnos, que no podemos conceder tanto.
Carga de partidos. Si asociamos el acierto individual a ese ítem de carga física, podría ser. Para estar acertado, más que las piernas y la carga, el rendimiento individual y colectivo no ha estado acorde a las exigencias del partido. Cuando eso es así, el máximo responsable es el entrenador. Dicho esto, soy de los que piensan que cuando estás conectado con el juego, las piernas vuelan, y tal vez no he sido capaz de transmitir el nivel de conexión que el partido requería. No hemos estado finos, no hemos estado frescos.
Momento del equipo tras el empate. Bajo mi punto de vista, las dos primeras ocasiones han sido nuestras y creo que cuando nos hemos puesto 1-0, al igual que en Torrelavega, no he tenido la sensación de que el rival nos estuviera sometiendo. Sí que es verdad que, desde el gol, hay tres o cuatro minutos donde ellos han estado con buenas sensaciones y luego la entrada en la segunda parte del equipo ha sido muy buena. Hemos generado situaciones y se olía el empate. Hemos tenido buenos minutos y luego el partido ha cogido dos direcciones.
Encajar fuera de casa. Desde el 2-1 sí que es cierto que quemas las naves, te vuelcas arriba, juegas con cuatro delanteros y luego ellos han tenido opciones de meter el tercero. Cuando el Promesas ha sido superior a nosotros, ha sido a consecuencia de abrir el marcador. No podemos llevar dos salidas seguidas encajando dos goles, es un registro que no nos podemos permitir si queremos sumar de tres o de uno. Tenemos que ser más regulares, tenemos que ser capaces de darle la vuelta al partido, pero no cabe duda que no podemos conceder tanto. El responsable soy yo.
Sergi Baldrich. Ha hecho un gran partido, pero necesitábamos piernas y el partido había girado el registro. Nos faltaban piernas para presionar y entendíamos que el cambio con Luis era idóneo. Los cambios, a excepción de los dos últimos, eran porque necesitábamos piernas y entendíamos que el registro era con Luis aprovechando su velocidad. Hemos visto varias situaciones justo antes del cambio y Sergi nos ha dado otros registros.
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