A falta de diez jornadas para que termine la competición, la junta directiva del Zamora Club de Fútbol reunía a los medios de comunicación en un desayuno de trabajo en los salones del Sancho 2 La Marina. El objetivo, explicar un par de medidas a tomar en las próximos fechas y analizar el futuro cercano de la entidad. Un futuro que pasa por la parcela deportiva y por la parcela económica.
Empezando por la deportiva, Segismundo Ferrero volvió a insistir en la total confianza que desde el club existe en el cuerpo técnico y en los jugadores. El presidente desveló que mantienen reuniones habituales con ambos estamentos, pero igualmente aseguró que la directiva no ha bajado físicamente al vestuario para abroncar a plantilla y técnicos. “No creemos que haya que dar cachetes a nadie. Nuestra forma de trabajar es esta, no nos parece adecuado bajar al vestuario a abroncar a nadie. Porque entendemos que los primeros afectados por esa situación son los jugadores y los técnicos, puesto que también se juegan mucho. Nadie en su trabajo quiere hacerlo mal. El equipo ni puede ni debe bajar a Tercera División. La gente que piensa que en el club estamos todos tranquilos se equivoca. Una cosa es que no lo expongamos públicamente o que no lo hagamos de forma airada, y otra cosa diferente es que no exista preocupación. Claro que existe esa preocupación y se está trabajando duro para lograr el objetivo”, exponía el máximo mandatario.
En este sentido, y en relación a la posibilidad de que jugadores y técnicos se encuentren acomodados por tener contratos a tres años, Segismundo Ferrero también dejó caer que esos contratos tienen cláusulas que permiten romperse por uno u otro lado. Así, puso el ejemplo de Roberto Aguirre asegurando: “Si el año que viene Roberto Aguirre cree que tiene que cambiar de aires, o nosotros creemos que no debe seguir en el Zamora, se hablará y se llegará a un acuerdo sin problemas”; una situación que hacía extensible a todos los jugadores, poniendo el ejemplo de las salidas de Branco y Cantero.
Igualmente respondió a los que atacan a esta junta directiva y a este cuerpo técnico como los responsables de la pérdida de masa social: “Desde el año que se abrió el Ruta de la Plata la masa social se ha ido reduciendo año a año. No es cuestión de que este año el equipo juegue mejor o peor, que eso es opinable, sino que se trata de una tendencia que se lleva repitiendo durante los últimos diez años. El año pasado logramos un pequeños repunte de socios y estamos trabajando para tratar que esa tendencia de la última década cambie y la afición regrese nuevamente al Ruta de la Plata”.
En lo económico, Segismundo Ferrero incidió en que tanto jugadores como cuerpo técnico se mantienen al día de cobros, pese a que ya desde septiembre había voces que aseguraban que en ese mes se dejaría de pagar. Eso sí, desveló que son muchos los proveedores que están pendientes de recibir sus cantidades: “Como cada año, hay proveedores que están esperando a que podamos hacer frente a sus pagos. La verdad es que a muchos de ellos tenemos mucho que agradecerles porque están esperando pacientemente y eso es lo que nos permite seguir adelante”.
Sobre la deuda, Ferrero añadía: “Un buen escenario sería acabar la temporada con trescientos mil euros de deuda, que es prácticamente lo que nos encontramos al entrar. El año pasado restamos cien mil euros pero lo hicimos también en parte hipotecando esta temporada, con pagarés que vencían este año”, explicaba. Además, avanzaba que en quince días el club lanzará una medida que podría reportar importantes beneficios para paliar la desorbitada cifra impuesta en merchandising que como reconoció Ferrero “está ahí para cuadrar los números”.
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