El Balonmano Zamora Enamora celebraba este sábado la tercera jornada de División de Honor Plata frente a los suyos y ante el Zarautz. Con un público volcado, cargado de ganas de disfrutar de su equipo y del balonmano. Un espectáculo que cumplió con las expectativas.
Jortos abrió la lata de manera tardía a los dos minutos y medio, anotando el 1-0 de un partido que empezó con pocos goles y que fue aumentando el ritmo con el paso de los segundos. Tal fue el nivel de las defensas y los porteros que el choque llegó a los diez minutos con un escueto 4-4, no sin hacer disfrutar a los seguidores.
A partir del cuarto de hora el Zarautz se colocó por delante en el resultado, aunque no logró despegarse y el BM Zamora continuó apretando en cada jugada. Ostolaza se convirtió en el héroe de los vascos, firmando varias paradas de mérito, evitando que la balanza cambiase de bando y desquiciando a la grada.
No obstante, los pistachos siguieron muy fuertes en las transiciones defensivas y llegaron al descanso con un 16-17 en contra que dejaba muchas esperanzas a un pabellón Ángel Nieto que veía a su equipo llevándose el duelo.
La vuelta a la pista comenzó de la mejor manera posible. Maide robaba un balón frente a su área y colocaba el 17-17 en un contraataque ante el que nada pudo hacer Ostolaza. Los ánimos se caldeaban sobre la pista, con dos equipos que peleaban cada balón como si fuese el último, muestra clara de la igualdad que se mantuvo en el videomarcador del recinto.
El 24-25 a favor del Zarautz se reflejaba cuando quedaban nueve minutos por delante, alcanzándose el deseado empate con un gran gol de media distancia de Nacho que sorprendió a todos al no esperar que cargase el brazo en tan poco tiempo y con metros por delante.
La defensa pistacha cobró protagonismo, frenando el siguiente ataque de un Zarautz que también supo responder con una gran parada a Cubillas en un mano a mano. La tensión no bajó y el propio Iván López la vivió en sus carnes al ver una tarjeta amarilla después de protestar una acción en contra de sus jugadores y que el público tampoco consideró como tal.
Nacho Bono mantuvo al equipo en liza al firmar las tablas momentáneas, un trabajo al que se sumó Illesca al cortar un ataque visitante que el propio Ostolaza volvió a impedir que pudiese suponer la ventaja zamorana.
El traje de héroe cambió de portería y se lo puso Mendieta. El argentino detuvo dos disparos y calentó a unos aficionados que, pese a que se veían con un 27-28 desfavorable a falta de poco más de treinta segundos, siguieron confiando. Pero el milagro no llegó a causa de un Ostolaza que siguió siendo el mejor de los visitantes y que firmó otra parada que significó la derrota local.
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