Este fin de semana se celebró en el Palacio de los Deportes de Pamplona el Campeonato de España de Judo en la categoría cadete. Hasta allí se desplazaron dos judocas moralinos, únicos representantes del Judo Zamorano y pertenecientes al Club Judo Morales.
El viernes, pesaje y acreditaciones, donde todo salió bien; el sábado, a primera hora, empezaba la competición a las 8.30 horas de la mañana y finalizaba a las 18.00.
Empezó Juan Meana en -55kg, que siendo cadete de primer año realzó un gran esfuerzo para dar el peso y entre una cosa y la otra le pasó factura y no pudo pasar de la primera ronda, no entrando en repesca, pero el premio para Juan este año es haber conseguido estar en el Campeonato de España, donde solo los mejores llegan.
Después entró en liza Elena Bahamonde, en -44kg, quien empezó por la senda del triunfo hasta llegar al combate de pase a semifinales, donde inexplicablemente no pudo superar a su rival, ya que, a falta de 30 segundos, los árbitros no se atrevieron a dar una sanción a su contrincante por rehuir el combate y realizar ataques falsos, lo que hubiera supuesto una victoria a nuestra guerrera. Esto supuso un clamor unánime prácticamente los que allí se dieron cita.
Después de un trabajo intenso de mentalización y psicológico, tras el duro golpe recibido por esa derrota tan injusta y que la dejaría fuera de la posibilidad de entrar en la final, se repuso y siguió por la senda del triunfo en la repesca.
Después de ganar otros dos durísimos combates, llegó el combate por la lucha del bronce y no empezó mal, pues estaba llevando la iniciativa y consiguió una ventaja en el marcador, Elena realizó una acción no permitida inconscientemente y, en esta ocasión, los árbitros sí fueron implacables y fue castigada con una sanción que le permitió a la judoca madrileña hacerse con el triunfo.
Sabiendo que el deporte, y en especial el judo, tiene estas cosas, es difícil entender que, a una judoca, después de seis rondas de combates, solo hayan conseguido marcarla un wazari (un punto), trucando así la posibilidad merecida de subir al pódium.
Un cuarto puesto que, pese a estar muy bien, sabe a poco, aunque significa que Elena está entre las mejores y siempre luchando por las medallas.
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