No era un partido fácil para las jugadoras del CD Zamarat que sabían que se medían ante el gran coloso de la liga. Las zamoranas partían en el duelo con la única intención de al menos competir ante Perfumerías Avenida hasta que diera el físico. Y elfísico dio para ofrecer una primera parte relativamente igualada con un 25-36 que dejaba una brecha de once puntos, que en cualquier otro partido podría ser remontable.
Pero ante Avenida, evidentemente no. Las salmantinas metieron varias marchas más tras el descanso y el parcial de 13-27 después del asueto terminó de romper el choque para enfilar el último cuarto con 38-63. En los últimos diez minutos se mantuvo esa tónica, y las pupilas de Miguel Ángel Ortega conseguían con el bocinazo final la máxima diferencia, un +38 que dejaba el marcador en un abrumador 50-88.
Ese fue el partido en guarismos, pero en este tipo de duelos el equipo más débil tiene que ir más allá, para sacar algo positivo entre tanta superioridad rival. Y lo positivo en el Zamarat volvió a ser la valentía, las ganas y el empeño de prácticamente todo el roster. Lizarazu, Celia, Ainhoa y Butler no se escondieron en ningún instante, pese a los fallos en los lanzamientos o en las pérdidas de balón.
Algo más apagada estuvieron Jenkins y Pikciute, que no pudieron moverse cómodamente entre las torres azules. Además, también fueron positivos los minutos que sumaron las jóvenes zamoranas Sara Hermosa, Esther Martín, María Montalvo y Paula de la Fuente, que entraron en rotaciones ante la baja de última hora de Majstorovic.
En definitiva, un encuentro que por marcador no tuvo color, pero que le sirvió a Lucas Fernández para seguir puliendo cosas en su equipo, darle presencia a las canteranas que trabajan en el día a día y saber que la llegada de las dos nuevas incorporaciones, que empezarán a entrenar la semana que viene, es más que necesaria.
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