Lo que tenia que haber sido un amistoso con dos equipos que buscan medirse, mejorar, aprender y conjugarse duró una hora. Porque a partir de ahí lo que ocurrió en el Ruta de la Plata fue surrealista. Todo comenzó con la lesión de Julián Luque que obligaba a los zamoranos a dar entrada de nuevo en el campo a Carlos Ramos que había salido a la media hora de juego.
Que haya jugadores que participen más de una ocasión en estos partidos no es para nada extraño, especialmente cuando equipos como el Zamora CF tienen poco físico por estar empezando la pretemporada y acumulan varias bajas que limitan la rotación. No obstante, es algo que suele hablarse al inicio y en este caso parece ser que no se había contemplado en la previa.
Los dos técnicos insistieron al línea y al colegiado e incluso amenazaron con abandonar el encuentro y retirar a sus dos conjuntos si no se les permitía jugar con once siendo finalmente los colegiados los que decidieron irse del partido y dejar a ambos equipos sin la última media hora de juego. Ambos conjuntos decidieron seguir jugando aunque sin árbitros y fue José Ignacio González, el entrenador de porteros del Zamora CF, auxiliado en las bandas por Perrini y Baselga, dos jugadores de Movilla, quienes impartieron justicia en el tramo final del encuentro.
Pero antes de todo eso, volvió el fútbol a Zamora y lo hizo con un rival de campanillas, una SD Ponferradina tantas veces rival de los rojiblancos y ahora espejo por su crecimiento que le ha asentado en Segunda División. A falta de pretemporadas como las de antes cuando los “primeras” se dejaban caer por campos de Segunda B, poder ver en acción a los hombres de Movilla y la importancia del rival hicieron que hubiera más de 1.000 personas en las gradas.
Movilla dispuso un equipo con Jon Villanueva en portería, Dani Espejo y Garay en los laterales y Baqué acompañando a Piña en el centro de la zaga. Perrini, junto a Carlos Ramos, Javi Navas y Julián Luque en la medular, dejando la punta de ataque a Coscia y Marcos Baselga, quien posteriormente acabaría de juez de línea.
El Zamora comenzó muy entonado, presionando muy arriba y robando balones a la Deportiva y fruto de ello, tras varios escarceos en las dos áreas, pudo adelantar a los rojiblancos Carlos Ramos de penalti tras provocar Piña la pena máxima tras recibir un empujón en el área. No estuvo mal lanzado el tiro de Carlos Ramos pero Lucho García le adivinó la intención y la sacó pegadita a la cepa del poste.
Le empezó a costar a los zamoranos, que poco a poco veían como pesaban los minutos en unos jugadores que tenían su primer encuentro de pretemporada, y a la media hora de juego comenzaron los cambios en el Zamora CF que sólo contaba con 19 jugadores para este primer envite de pretemporada. Carlos Ramos dejó su sitio a Jorge Fernández, otra de las caras nuevas que el público pudo ver en acción en este primer test.
La SD Ponferradina se hacía dueña del balón, aunque sin generar peligro a la portería de Jon Villanueva con un Zamora CF muy bien parapetado pero un lanzamiento desde fuera del área de Naranjo batió a Jon Villanueva poniendo la ventaja en el electrónico para los bercianos.
Le empezaron a pesar las piernas a los rojiblancos, que veían como se rompía el equipo al estar mucho menos rodados que su rival de esta tarde. Esto permitió que en los minutos finales el cuadro de Movilla buscara lograr alguna contra que no fructificó y que la Ponferradina llegara con algo más de peligro a la portería rojiblanca.
La vuelta de vestuarios sirvió para vivir el regreso de Adri Herrera tras la lesión que le apartó el pasado año del tramo final liguero y junto a él entró Carlos Parra y fue el “debut” con la camiseta rojiblanca (hoy blanca) de Xisco Campos, Jon Rojo, Kepa Vieites y Losada.
Fue amargo el inicio del segundo tiempo porque en los primeros compases abrió más distancia la SD Ponferradina con un centro lateral que Saverio remachó al fondo de la red sin que Jon Villanueva pudiera hacer nada. 0-2 para un Zamora todavía en formación y que seguía probando piezas ante un rival de superior categoría.
Tras el 0-2, se recompuso el Zamora, en ese momento más fresco por los cambios, y empezó a llegar con cierto peligro, igualanado más la contienda pero sin encontrar el premio del gol. Estaban bien los hombres de Movilla hasta que llegó la lesión de Luque que cambio por completo el partido, quedándose sin colegiados.
Tras la reanudación, el Zamora se encoraginó, posiblemente cabreado por la situación, y puso en aprietos a Amir, que había entrado en la portería, buscando un gol que redujera las distancias. Sin embargo, ya en el tramo final, lo que llegó fue el 0-3, obra de Becerra y con el que se finalizó un partido que quedará para siempre en la retina de los aficionados zamoranos.
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