Fieles y leales

En torno a medio centenar de aficionados del Balonmano Zamora apoyaron al equipo pistacho en su intento de asaltar la Liga Asobal. Pese a sufrir el viaje y las temperaturas altísimas del pabellón, los hinchas del plantel de García Valiente no se dejaron acongojar y arroparon a los suyos en un ambiente hostil.

 Fieles y leales
Fieles y leales

A las seis y media de la tarde, el Balonmano Zamora llegaba al escenario del encuentro. El Pabellón de El Pandero les esperaba en plena ebullición. Con el duelo entre Palma del Río y Alcobendas en marcha, el griterío de los aficionados locales se escuchaba desde varios metros. Cada gol local sonaba estruendoso, mientras que los seguidores de Alcobendas tenían problemas para hacerse oír. 

Con 6-4 para los cordobeses, los pupilos de García Valiente accedían al recinto. Pocos segundos después, el técnico madrileño solicitaba un tiempo muerto ante la brecha abierta por Palma del Río y la afición local aprovechaba para dedicarle un “puta Zamora” a los jugadores del MMT Seguros. Era la bienvenida que se esperaba la expedición. No obstante, ya el año pasado el BM Zamora fue la bestia negra de los palmeños en la fase de ascenso en tierras vascas. 

Tras eso, los zamoranos terminaron de ver la primera mitad y al descanso, con 13-10 en el marcador, bajaban a vestuarios para comenzar su rutina previa a cada duelo. Había que cambiarse, llevar a cabo las supersticiones de cada uno y encomendarse a todo para afrontar el primer asalto para llegar a la Liga Asobal. 

Mientras, en las gradas, poco a poco iban apareciendo los hinchas del MMT Seguros. Familiares, amigos y varios componentes de otras escuadras del club se daban cita en las gradas. No era un ambiente cómodo. Estaban en territorio hostil. Pero se dejaron la voz para hacerse oír por encima de un ambiente ensordecer. Un ambiente enardecido por el triunfo de Palma del Río en la primera semifinal.

 Como en cada partido, la alegría y la tristeza fueron por fases en la parroquia zamorana, que a veces se vieron al borde de la histeria y otras veces rozando la final con las yemas de los dedos. Pero al final, los hinchas pudieron hasta disfrutar del último minuto y celebrar en la grada el pase a una final que decidirá qué equipo asciende a la Liga Asobal. Palma del Río o Zamora.

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