Era la tarde de las tardes en el pabellón Ángel Nieto. La temporada del Balonmano Zamora Enamora podía decidirse en los siguientes sesenta minutos y el público lo sabía. Tal era la consciencia pública que los seguidores pistachos casi llenaron por completo las gradas del recinto en busca de dar ese impulso extra.
El rival era un Esplugues ya descendido, condición que desde el BM Zamora no querían dar como un punto a favor. E hicieron bien. Si bien los primeros minutos fueron de tanteo, a los locales les costó deshacerse de las defensas pegajosas de los catalanes, quienes no daban el mínimo espacio. Mientras, en el área propia el 'Oso' Mendieta demostró estar en un gran nivel al detener diversos lanzamientos.
Con esta combinación los pistachos se encomendaron en su gran capitán: Jortos. El 10 dirigió los ataques y fue el autor de tres dianas antes del cuarto de hora, momento en el que el marcador resaltaba un escueto 5-5.
Las tablas duraron poco ya que los visitantes lograron ponerse dos arriba con un 6-8 que parecía más un espejismo que el guion que iba a seguir marcando el encuentro. Pero los problemas en ataque colapsaron al BM Zamora, que se vio en la tesitura de tener que igualar lo antes posible y logró hacerlo gracias a dos goles desde la esquina de Cubillas (9-9), con intervenciones de los porteros de por medio. Fue el propio Cubillas quien dio la vuelta al resultado, transformando un tiro de siete metros que ponía a los de casa con ventaja de un gol.
Cubillas tiró del carro de nuevo con su cuarto y quinto gol (12-10), dos tantos que encendieron a una grada deseosa de celebrar y que veía más cerca el poder disfrutar de ese momento. Eficacia en ataque que estuvo potenciada por el trabajo de Mendieta bajo palos, deteniendo los intentos catalanes de acortar distancias para irse al descanso con 14-12.
La segunda parte arrancó con un gol de fantasía creado entre Cubillas y Jaime saltando en los dos laterales del área. Muestra de lo que se disfrutaría luego. Pero por los primeros compases dejaron de nuevo a un Esplugues con fuerza y ganas de no dar su brazo a torcer.
Al Balonmano Zamora le costó arrancar, consiguiendo carburar con un Mendieta imperial en la portería y que dio aire a sus compañeros cuando más se necesitaba. Minutos que dieron paso a un crecimiento local para lograr una ventaja que terminó siendo decisiva (20-17).
El partido subió de revoluciones con algunas decisiones arbitrales, aunque no fueron suficientes para derrotar psicológicamente a unos zamoranos que siguieron hacia adelante. Acompañados por la afición, los pistachos se hicieron fuertes atrás e impidieron que Esplugues pudiera penetrar con facilidad. Circunstancia que junto al ataque permitió que el equipo se pusiera cuatro arriba en la recta final del choque (25-21).
Cuatro tantos de diferencia que supusieron una gran fiesta en el Ángel Nieto. Pabellón que disfrutó de sus jugadores y su equipo, uniéndose a ellos en los últimos momentos para celebrar una victoria por 26-25. La victoria más importante del curso, la de la salvación para seguir llevando el nombre de Zamora por los campos de la División de Honor Plata.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios