El Zamora Club de Fútbol amplió para esta temporada su estructura deportiva con la llegada de un analista de datos. Y es que el análisis de datos se ha convertido en algo indispensable en el día a día de los clubes deportivos. Cada vez más se recurre al denominado Big Data para intentar marcar diferencias en competiciones cada vez más igualadas.
Aunque hay deportes que insertaron ese análisis de datos mucho antes que el fútbol, en los últimos años el balompié ha dado un salto importante en este aspecto. Se trata por tanto de una figura cada vez más utilizada en el mundo del fútbol que no solamente sirve para analizar a los posibles rivales, sino también para sacar el máximo partido del propio equipo en base a los datos obtenidos en una serie de parámetros.
En el caso del Zamora CF es Nando Ros quien está a la cabeza del denominado ‘laboratorio’, aunque el equipo está formado por varias personas, además del propio Ros: Álex Otero, segundo entrenador, José Ignacio González, entrenador de porteros, Víctor Martín, preparador físico, y Diego Jorge, readaptador. El primero de ellos analiza al rival junto con Nando Ros, el segundo estudia los comportamientos de los arietes rivales que pueden ayudar a los arqueros del Zamora, y el tercero y el cuarto recogen los datos físicos de los propios futbolistas del equipo rojiblanco para optimizar los rendimientos. Todo con el visto bueno de Yago Iglesias, que es el responsable último de elaborar el plan.
Zamora24horas ha querido conocer el funcionamiento de un área que, por ejemplo, resultó clave el pasado fin de semana a la hora de que Pau Torres detuviera dos penaltis: “En eso hay mucha inspiración, intuición y talento del portero, que lo es todo, aunque también hay un trabajo previo de estudio de los posibles lanzadores. Ante el Celta B estudiamos cuatro posibles lanzadores y salió bien”, comenta José Ignacio González, entrenador de porteros y encargado de ofrecer a los arqueros del Zamora CF la información que le demandan.
En este aspecto de preparación de los posibles penaltis recibidos en contra, José Ignacio González agrega: “Intento identificar los posibles lanzadores, hago un vídeo y lo analizo. Tras eso elaboro una ficha técnica de cada posible jugador y realizamos un análisis técnico. Ese informe se lo traslado a Yago y el día previo al partido lo comparto con los porteros. Y a partir de ahí la última decisión la tiene el meta”.
José Ignacio suma ya seis temporadas en el primer equipo del Zamora dirigiendo la preparación de los metas, y en este aspecto explica: “Antiguamente las tareas eran más cerradas en las que el portero apenas tenía que tomar decisiones, pero ahora entendemos que el fútbol ha cambiado y el portero tiene que cambiar. Realizamos repeticiones no repetitivas, siempre hay algo que cambia, porque creemos que eso es lo que demanda el fútbol actual”. Sobre cómo prepara el específico, reconoce que también depende de lo que demanda el primer entrenador: “Hay que adaptarse al primer entrenador, a su modelo de juego. Si trabajas con un entrenador al que no le guste que el portero se asocie con el pie y prefiere un desplazamiento largo habrá que preparar al portero para que lleve el balón el domingo con la precisión, la potencia, y la altura del balón adecuada al campo contrario. Mientras que si el entrenador quiere un portero que participe en el juego, pues hay que trabajarlo tanto de manera individual como cuando el portero está integrado en la rutina de ejercicios de los jugadores de campo”.
Nando Ros está al frente de esta rama de análisis de datos dentro del cuerpo técnico, cuyo trabajo es ofrecer información al primer entrenador, pero también a los jugadores: “Si un club quiere ser profesional, debe ser profesional en todas sus áreas. El fútbol está evolucionando mucho y la igualdad es máxima. Cada detalle cuenta y no es sólo que nosotros debamos ofrecer a los jugadores información que le ayude a ir una décima de segundo por delante en la toma de decisiones, sino que son ellos los que cada vez más se preocupan y nos exigen información para conocer mejor al jugador que tendrán delante. Y tiene que ser la información justa para que se interiorice fácil”, comenta Ros.
El técnico levantino explica que para cada fin de semana ven, al menos, cinco partidos completos del rival “en contextos similares al que puede presentar el Zamora”. Con esa información se consensua con Yago Iglesias, que también ve varios encuentros, qué vídeo se va a presentar a los futbolistas para conocer al rival, y qué orientación se le puede dar a los entrenamientos enfocados al partido. En este aspecto, Ros pone un ejemplo práctico: “En la ida, Fabricio nos hizo daño en el Celta B porque teníamos pocas referencias suyas. En la primera transición que hizo nos sorprendió y en la vuelta estábamos más preparados. Hablamos de que cuando empezara a correr había que cortarle la carrera para que volviera a empezar y nuestro jugador ya se pudiera batir en el duelo con él. El jugador te pide que le aportes ese tipo de detalles”.
Todo eso, además de las acciones a balón parado, en cuyo caso el examen va “a los últimos ochenta o noventa córners y faltas botadas por ese equipo para conocer qué movimientos pueden ser los más utilizados”. Los técnicos crean planillas individualizadas para cada jugador en ataque y en defensa (analizando movimientos de los rivales) que se ensayan sobre el césped en el último entrenamiento de la semana y posteriormente en la previa del choque se cuelgan en el vestuario para que cada futbolista pueda refrescar las ideas.
Hay que apuntar que se trata de un campo en el que todos los clubes están evolucionando, y desde el Zamora son conscientes que al igual que desde el equipo rojiblanco se analiza de forma tan minuciosa a los rivales, la mayoría de los equipos realizan situaciones similares. Un Zamora en el que también se trabaja con los parámetros de los jugadores propios: “En ese caso, Víctor Martín y Diego Jorge Bailón recaban todos los datos que le ofrecen los GPS que los jugadores llevan durante los partidos y los entrenamientos para analizarlos y tratar de optimizar el rendimiento”, explica Nando Ros.
Y es que en este Zamora CF se presta mucha atención al rendimiento del propio equipo. “Yago trabaja muchísimo el modelo propio, lo que somos nosotros. Se centra un 70 en nosotros y un 30 en el rival. Casi vemos más nuestro partido que los partidos del rival. Analizamos todos nuestros datos, no solo a nivel condicional antes mencionado, sino también número de ataques, número de posesiones, número de entradas en el área, número de pases… Al final, que crezcan nuestros jugadores también hará que crezca el equipo”, agrega Nando Ros.
El propio Ros es consciente de que el fútbol profesional no son matemáticas y que por tanto los resultados no se pueden predecir ni dirigir, pero confía en que la situación se sacará adelante “con el trabajo de todos”. Mientras tanto, la parcela de análisis ya está inmersa también en estudiar a Unionistas de Salamanca; y es que el trabajo va, aproximadamente, a 12 días vista, para que el día siguiente del partido del fin de semana, Yago Iglesias ya tenga en su despacho el primer informe del rival de la jornada siguiente.
