Tras un inicio igualado, en el que el Almazán gozó de una ocasión clara que terminó estrellándose en el larguero, el GCE Villaralbo empezó a crecer sobre el césped. Los eléctricos empezaron a controlar el juego, a manejar con criterio el balón y a gozar de acercamientos a la portería local aunque sin ocasiones claras de peligro.
Fue en la segunda parte cuando el GCE tuvo las dos ocasiones más claras. Primero Aarón Aguado y después Ramón se encontraron en dos acciones ante el portero, en ambos casos el Villaralbo fue incapaz de culminar en gol sendas jugadas de evidente peligro. Los minutos pasaban y el conjunto de Fuentes se veía incapaz de anotar. Ante eso, el reparto de puntos, fuera de casa, parecía hasta bueno pese a que los eléctricos merecían más por las ocasiones creadas.
Pero el desastre llegó en el minuto 92. Un saque de esquina se convirtió en un barullo al borde del área, en una falta no señalada sobre San Edmundo y en un centro que remató el Almazán en posición ajustada de posible fuera de juego. Un gol para los sorianos que deja hundido de nuevo a un GCE Villaralbo que mereció mucho más pero que se encontró otra vez más con la suerte de espalda.
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