Fue el equipo local el que salió más intenso y con opciones de poder adelantarse. Los villaralbinos controlaron el centro del campo y jugaban con fluidez en la zona media, pero al llegar a tres cuartos de campo, la buena defensa del filial del Mirandés impedía a los zamoranos maniobrar y traducir en ocasión de gol el dominio. 

Pese a ese dominio local, el Mirandés B no estaba incómodo. Apenas concedía ocasiones y estaba esperando su oportunidad para buscar una contra que podía ser letal. Los minutos pasaban y las ocasiones eran anecdóticas. Tan solo reseñar en este primer periodo una acción de Jarabo que arrancó en la frontal del área y que no supo definir en un disparo sin fuerza. 

Llegaba el descanso con el casillero de ocasiones claras desierto pero con las fuerzas mermadas, debido a la exigencia física que plasmaron sobre el césped los dos equipos. La segunda parte fue más entretenida para el espectador. Los dos equipos dieron un paso adelante y las ocasiones comenzaban a aparecer. Ayrton fue el jugador más peligroso para la defensa mirandesa. Sus caídas a bandas, el juego a la espalda y su rapidez generaron dos opciones de peligro. Una se marchó fuera y en la otra Sergio hizo una buena intervención para evitar el tanto. 

Mientras, el peligro en ataque del Mirandés B llegó al contragolpe. En esa transición ofensiva estaba cómodo el conjunto de Antonio Casado. Alberto y Bernal rozaron el tanto pasada la hora de juego, pero ninguno de los dos fue capaz de culminar una contra perfecta lanzada por el equipo rojillo. Pero a medida que se acercaba el final del partido, los dos equipos se iban conformando con el empate. 

Y pese a que las ofensivas de los dos conjuntos trataban de buscar el ansiado gol, las defensas se impusieron para que GCE Villaralbo y Mirandés B sumen un punto más que les ayuda a cimentar el objetivo de la permanencia que tienen ya virtualmente conseguido.

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