Fuentes formaba de inicio con David, Javi, Jeffrey, Pichón, Saúl, Miguel, Gallego, Rober, Carbajal, Villa y Herra. Pero en los primeros minutos, el técnico local se veía obligado a realizar la primera permuta. Miguel se marchaba lesionado en el minuto siete y su lugar en el campo lo ocupaba Cacho. Tras ese pequeño imprevisto, el GCE Villaralbo conseguía avanzarse en el luminoso. Pablo Carbajal adelantaba al equipo eléctrico.
Pero la diana no sentó nada bien al cuadro zamorano, que se encontraba especialmente dubitativo en la parcela defensiva. Una situación que aprovechó el Navarrés para venirse arriba y poner en apuros a la retaguardia local. Esa presión del conjunto vallisoletano se tradujo en el empate a uno gracias a un disparo desde la frontal del área.
Con esa equidad se llegaba al descanso. Un asueto que sentó bien a un GCE Villaralbo que fue otro en la segunda parte. Manuel Fuentes colocaba a Cacho de central y subía a Jeffrey al centro del campo. El equipo salió mucho más enchufado del vestuario y las ocasiones empezaban a sucederse para los azulones. Pero tuvo que ser Villa, desde el punto de penalti, el que pusiera por delante al GCE al cuarto de hora de la reanudación.
Ese tanto sirvió de apoyo a un Villaralbo que cuajó muy buenos minutos sobre el césped del Fernández García. Un dominio territorial y de ocasiones que no se transformó en gol hasta el ecuador de la segunda parte cuando Jeffrey ponía el definitivo 3-1. Un resultado que se quedó tremendamente corto para el torrente de ocasiones que tuvieron los de Manuel Fuentes durante esos 45 minutos.
Al final, una victoria que deja al GCE Villaralbo con ocho puntos de ventaja sobre un Onzonilla que será el próximo rival de los azulones. Un triunfo en casa del segundo clasificado significaría sellar de forma virtual el ascenso a la Tercera División.
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