El encuentro comenzó con el GCE Villaralbo intentando hacerse dueño del duelo, de la posesión y de las ocasiones de gol. Los azulones trataron de aprovechar los minutos de caraja de un Atlético Tordesillas al que le costó entrar en dinámica de partido y en los primeros compases los locales dispusieron de dos ocasiones muy claras. En ambas, Villa fue incapaz de encontrar portería. Tras esos instantes de acoso, el Tordesillas empezó a crecer sobre el césped. A través de la posesión del balón y de jugadas trenzadas, los vallisoletanos entraban por bandas con facilidad y generaban unos centros que la defensa villaralbina le costaba despejar.

Pasaban los minutos y esa alternancia de dominio no se traducía en ocasiones de gol. Ambos querían evolucionar en ataque pero no encontraban ese último pase necesario para que los ataques se convirtieran en acciones reales de peligro. Ayrton fue el jugador del GCE Villaralbo que en más quebraderos de cabeza puso a la defensa rojiblanca. El ariete estuvo a punto de robar el balón al portero Farolo en un recorte inecesario del meta, y poco después el propio Ayrton mandaba al larguero un remate en vaselina.

Los primeros cuarenta y cinco minutos terminaban con empate a cero pero con ambas escuadas demostrado mucha intensidad. Una intensidad que por momentos se convirtió en juego duro que al colegiado le costó cortar. Además, el ambiente en las gradas, con las dos aficiones enfrentadas, generaba aún más tensión a la contienda.

Tras el descanso, el partido parecía comenzar igual que terminó la primera parte, pero el decorado cambió en una acción puntual. Tan solo se llevaban dos minutos de juego y el defensa local Saúl caía en el amago de un atacante del Tordesillas. El colegiado no lo dudaba y señalaba penalti. Adalia no tembló y engañó a Juanjo en un tiro raso.

Esa diana sirvió de acicate para un GCE Villaralbo que subió líneas. Con Ayrton nuevamente activo y con el juego a balón parado como principal virtud, los de Fuentes pudieron empatar en un remate en boca de gol de Ayrton que invalidó el colegiado por fuera de juego, en un remate de Vilarchao que se marchó rozando el palo y en un disparo de volea de Gallego desde el punto de penalti que se marchó arriba. Mientras, el Tordesillas se encontraba relativamente cómodo, sabiendo que si pillaba una contra podía sentenciar el partido.

Y efectivamente llegó el momento de definir y la escuadra de Turiel lo hizo sin inmutarse. Un balón largo de la defensa se quedó muerto en el corazón del área y Nico, tras un remate fallido, aprovechó su propio rechace para hacer una espectacular chilena que acabó con el esférico colándose por la escuadra de Juanjo.

Esa diana prácticamente sentenciaba el partido. Pero el GCE Villaralbo lo siguió intentando y vio como un nuevo remate de cabeza se estrellaba en el larguero. Pero los eléctricos al final encontraron un mínimo premio a toda su insistencia y Ramón anotaba en boca de gol un saque de esquina. Restaban cinco minutos para el final y ese tanto le daba emoción a los últimos compases. La afición local se venía arriba y con él el equipo de Fuentes. Y cuando se entraba en el tiempo de descuento, un nuevo centro lateral del GCE Villaralbo encontró a Ayrton solo en el punto de penalti, que con una volea superlativa ejecutaba a Farolo.

Con ese final espectacular se daba por cerrado un encuentro que enganchó de principio a fin a los aficionados y que supuso un mal menor para un GCE Villaralbo que mereció los tres puntos en juego.

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