El Zamora B había estudiado muy bien el partido. Por eso, sumando las características del rival a las escasas bazas con las que contaba, Manuel Álvarez decidió arrancar con una defensa de tres e incorporar por la banda a dos carrileros. Con esto, el equipo rojiblanco ganaba un jugador por dentro que ayudaba a cortocircuitar la creación del GCE Villaralbo. Durante la primera parte, los eléctricos fueron incapaces de hacer su juego. El Zamora B estaba más cómodo, llegaba con más claridad y hasta llegó a pegar un balón al larguero. Afortunadamente, el eje de la zaga del GCE paraba bien la mejor arma del filial rojiblanco, el ariete Nii.
Y cuando peor estaba el GCE Villaralbo llegó la diana de Jeffrey. El talento de los eléctricos es evidente y surgió en apenas dos minutos. Primero un mano a mano que detuvo Ángel y después llegó el mazazo. Un balón largo de la zaga del Villaralbo lo aprovechó Jeffrey para controlar y batir al meta local con un tiro cruzado. Los jugadores del Zamora pedían mano de Jeffrey en el control, pero el colegiado no lo apreció así.
Con ese gol se llegaba al descanso y arrancaba una segunda parte con la misma equidad. El Zamora seguía evitando el juego del GCE Villaralbo aunque le costaba mucho más llegar a la portería rival. El desgaste físico empezaba a pasar factura y no era capaz de generar peligro. Pero curiosamente, cuando el equipo local estaba empezando a bajar la intensidad, el rojiblanco Raúl se encontraba con el meta David y con el palo en una falta directa desde la frontal.
A partir de ahí llegó la cuesta abajo para el Zamora y el renacer del Villaralbo. El colegiado expulsaba por doble amarilla a Raúl y ahí llegaban los mejores minutos del GCE. Miguel hacía el segundo en una falta soberbia desde la frontal del área y abría un torrente de ocasiones para el Villaralbo que pudo haberse ido con muchos más goles a favor. El Zamora intentó arriesgar arriba, pero no le quedaba fuelle para ello y acabó sucumbiendo por 2-0.
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