El Zamora sigue sin carburar y después de cinco jornadas disputadas navega en las posiciones de descenso, lugar donde hasta ahora demuestra que tiene que pelear. Y lo demuestra porque le faltan muchas cosas, probablemente como a la mayoría de los equipos a estas alturas, pero sobre todo una: determinación arriba.
César Villafañe y el equipo técnico apostaron en verano más por la cantidad que por la calidad, y en este inicio de temporada se está notando. El Zamora genera en casi todos los encuentros más ocasiones que el rival, pero es inoperante de cara a la portería rival. Lo fue ante el Bilbao Athletic, lo fue en Madrid, donde le salvó un disparo lejano de Carlos Ramos, también lo fue ante la UD Logroñés, que sólo marcó un gol del honor intrascendente, y también en Tudela, donde anotó un tanto pero falló otras cuatro ocasiones cantadas. Este domingo se repetía la historia.
El Zamora gozó de muchas más ocasiones que el rival, pese a no cuajar un duelo especialmente bueno, y perdió 0-1 contra un Racing de Ferrol muy práctico. Una ocasión, un gol, pérdidas de tiempo constantes en connivencia con el colegiado y tres puntos de vuelta a la ciudad departamental.
Porque el Racing de Ferrol solo fue superior al Zamora durante veinte minutos en la primera parte y le bastó. El Zamora arrancó muy enchufado el duelo. Javi Navas mandaba fuera un cabezazo a portería vacía tras un centro lateral. Poco después, el colegiado no pitaba un penalti por manos en el área del Racing de Ferrol y en esa acción primero Baselga y luego Losada eran incapaces de batir al meta en dos disparos a quemarropa dentro del área.
Los ferrolanos empezaron a ver que el Zamora era inofensivo y se empezaron a crecer en ataque. Aprovechando que el centro del campo del equipo rojiblanco hace aguas, empezaron a trenzar posesiones largas. Movilla se ha empeñado esta temporada en jugar con dos hombres arriba y con dos en el centro del campo, ninguno de ellos recuperador: Astray, Ramos o Luque. Infortunio por las lesiones pero también mala planificación confiando todo a la carta de Juanan, que es todavía una incógnita.
No obstante, aunque el Zamora naufragaba en el centro del campo, con Ramos y Astray incapaces de abarcar tanto espacio, el Racing de Ferrol apenas generaba peligro. Hasta que llegó otro error nefasto. Cordero se durmió en la vigilancia ante el mejor jugador rival y Joselu convirtió un pelotazo arriba en una asistencia gracias a un control maravilloso. Tras el control en carrera, definición letal con un disparo cruzado. Una llegada, un disparo a puerta y un gol para el Racing de Ferrol. Ahí se acabó el partido.
Quedaba más de una hora por delante pero el Zamora fue incapaz. Lo intentó Ramos con un zapatazo que sacó el portero y también Baselga, que incomprensiblemente falló un mano a mano con el arquero a dos metros de la línea de gol.
En la segunda parte Movilla trató de cambiar el partido. Salió Dieguito arriba para darle frescura al ataque y Luque en la medular, por Astray. En esa segunda parte, el guion fue similar. Salida buena del Zamora y Losada que fallaba una ocasión clamorosa a la salida de un córner. Su remate de cabeza, en el corazón del área pequeña, se estrellaba en un defensa cuando se colaba a portería. El Racing de Ferrol volvió a marcar en la única ocasión de la que dispuso, pero el colegiado anuló la diana por fuera de juego.
Mientras Joselu ganaba él solo el partido marcando el tempo del choque, bajando a recibir y durmiendo la contienda, el Zamora lo intentó sin éxito. Centros laterales, balones a la banda de Kepa para romper la defensa, pases atrás… Movilla acudió al plan B en el último tramo del partido con una defensa de tres, e incluso con un plan C metiendo a Piña de delantero centro en los últimos compases. Pero fue imposible. Además, el equipo de Movilla era incapaz de coger ritmo ante un Racing de Ferrol que tiró de veteranía para perder tiempo en cada acción y ante un colegiado que desquició a la parroquia local con su arbitraje y sobre todo dando únicamente cuatro minutos de prolongación. Una prolongación que decidió cortar en otra llegada del Zamora cuando Kepa estaba en la frontal del área del Racing de Ferrol.
Al final, derrota de un Zamora que, con mucho por mejorar, perdió tres puntos principalmente por su falta de gol ante un equipo práctico, que demostró no ser mejor que el Zamora en la mayoría de facetas, pero al que le valió con Joselu y con las pérdidas de tiempo para llevarse los tres puntos del Ruta de la Plata.
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