El primer triunfo del Zamora como local en la presente temporada fue mucho más que una simple victoria. Los aficionados acudían al Ruta de la Plata temerosos de volver a encontrarse al Zamora apático, fallón, sin mordiente y vulgar que había avergonzado al socio en los últimos encuentros en casa.
Pero para empezar, los aficionados ya vieron cambios nada más sentarse en el asiento. Como ante el Ciudad Rodrigo, el speaker ya no fue Luis Pablos Flórez. Uno de los veteranos cronistas del Zamora CF ha dejado de ser el animador de los partidos. Alineaciones, goles, comentarios… todo eso dejará de ser a partir de ahora cometido de Flórez. Ante eso, Luis Pablos siguió el partido desde la grada como un sociomás. El motivo se desconoce, o al menos su versión oficial. El club ha decidido cesarle de su cargo aunque los regentes no han explicado los motivos de forma pública.
La segunda situación diferente fue la de ver al Zamora salir de blanco. En este caso, por un motivo de apoyo. Y es que los rojiblancos saltaron al campo con una camiseta de ánimo a Rubén Cala, el jugador del FS Zamora que sufre un tumor testicular y del que será operado este martes. Bonito gesto del Zamora Club de Fútbol que gana en emotividad por el recuerdo de Agustín Villar.
Por último, la tercera diferencia para la afición es que por fin el Zamora ganó. Tras unos minutos de zozobra, un doblete de Rubén Moreno sacudía los nervios y la presión y por fin el Zamora se soltaba, jugaba cómodo, con fluidez y lograba la primera goleada de la temporada. Ha costado seis jornadas ver un mínimo atisbo de favoritismo en los zamoranos, pero al fin el golpe encima de la mesa ha llegado y parece que la maquinaria empieza a funcionar.
Goleada, buen juego a ratos en la segunda parte, y ganas de que llegue el partido del Tordesillas para sumar la tercera victoria consecutiva de un Zamora que volvió a encontrarse con el apoyo de la grada.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios