Goliat pudo con David: el CB Zamora, combativo y ambicioso, no logra doblegar a un líder al que tuvo contra las cuerdas
Los de Saulo Hernández caen en el Ángel Nieto ante un Leyma Coruña que acabó imponiéndose por galones
Llegaba la gran reválida de la temporada para un CB Zamora que quería dar un golpe encima de la mesa y poner patas arriba la Primera FEB. Enfrente ni más ni menos que todo un Leyma Coruña, que desembarcaba en el Ángel Nieto acompañado por un gran desplazamiento de una hinchada que no dejó solo a su equipo, generando con ello un ambiente imejorable para vivir una tarde de muy buen baloncesto.
Tras unos instantes de tanteo, sería el CB Zamora el que descorchara el marcador de la mano de Styrmir, que anotó los dos primeros tantos en el casillero local. No obstante, el combinado coruñés quería demostrar por qué es líder indiscutible de la clasificación y poco a poco comenzó a imponer su voluntad sobre el parqué del feudo zamorano. Comandados por Jorgensen y Tham, los gallegos lograban ponerse en ventaja en el marcador, si bien los de Saulo Hernández no bajaban los brazos y trataban de mantener un alto nivel competitivo. Así, el resultado al término del primer cuarto arrojaba un 12-17 favorable a los intereses visitantes.
Pese a ello, el CB Zamora saltó en el segundo cuarto con la misma idea de juego y tratando, alentado por su siempre fiel y enfevorecida afición, de revertir la situación y ponerse por delante en el electrónico. Con Peris mostrando un gran nivel sobre la tarima, el CB Zamora logró obtener un parcial al término del segundo cuarto con una diferencia menor al del primero (20-23), si bien no suficiente para recortar distancias en el marcador global y el Leyma Coruña mandaba el partido al descanso con 32-40.
Tras el entreacto, la tensión era máxima en el Ángel Nieto, con un CB Zamora que creía en la remontada y una afición que se encargaba de llevar a su equipo en volandas para lograr tan honroso objetivo. Cada acción se vivía como si fuera la última, especialmente en las postrimerías del tercer cuarto, cuando el CB Zamora había lgorado reducir la diferencia a tan solo un punto. Jugadores, entrenador y afición eran un todo, que con cada balón o jugada ganada se unía en un únivoco grito de rabia nacido de los propios intestinos de un club que quería ser David derrotando a Goliat.
Con el 55-56 al término del tercer cuarto, la recta final del encuentro comenzaba con Jonas Paukste culminando la remontada y poniendo a su equipo en ventaja. No obstante, Jou Coll colocaba de nuevo por delante a los suyos con un incontestable triple que enmudecía al feudo zamorano. Sería el propio Coll también quien aumentaba la ventaja hasta los 5 puntos, aunque el CB Zamora estaba viendo más cerca que nunca la posibilidad de hincar el diente al hueso más duro de roer de toda la categoría de plata del baloncesto español.
Pasaba el ecuador del útlimo cuarto y el encuentro se abocaba lenta, pero inexorablemente a su final, y el CB Zamora sabía que el crono jugaba en su contra. Con apenas tres minutos y medio por delante y una desventaja de 10 puntos, comenzaba a entrar la prisa y los errores no forzados en el seno de la entidad zamorana. Pese a todo, el espíritu combativo tan propio del mismo Viriato seguía haciendo acto de presencia sobre el parqué y el equipo no paraba de intentarlo.
Finalmente, el líder ejerció como tal y se mantuvo firme hasta conseguir la victoria tras ampliar notablemente su ventaja en los últimos compases del choque. El marcador final de 69 - 81 reflejaba lo que se vio en el campo: un David ambicioso y con un inquebrantable espíritu de lucha, máxime cuando se trataba de dar una alegría de esta magnitud a su afición; y un Goliat que, finalmente, se impuso por los galones que a priori se le presuponen a un conjunto de tanta entidad.
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