La huella imborrable de Chema Sánchez en el deporte zamorano: "Hay que aprovechar la oportunidad de seguir adelante, aunque haya muchas dificultades"
El todavía técnico de InterSala Zamora atiende a Zamora24horas para hacer balance de una temporada que "empezó con dificultades, siguió con dificultades y ha terminado con dificultades" y valorar sus posibles opciones de futuro
Es innegable la potente presencia de Chema Sánchez sobre las pistas, del mismo modo que lo es también la influencia histórica que ha tenido el técnico salmantino en el fútbol sala zamorano. Entrenador de estilo inconfundible y capaz de imbuir en cada uno de sus equipos un gen competitivo sin parangón, finalizaba el pasado sábado su octava temporada en banquillos en la provincia, en un curso que ha estado muy lejos de ser un camino de rosas. Ahora, el técnico atiende a Zamora24horas para hacer balance y echar una mirada hacia atrás.
"Era una temporada en la que nosotros éramos debutantes en la categoría y el objetivo que nos habíamos marcado era conseguir la permanencia y asentarnos", asegura, matizando además que "InterSala Zamora es un club relativamente joven". "Era muy importante no hacer el ascensor y asentar el proyecto en la categoría" y, con ese objetivo cumplido, Chema Sánchez no tiene dudas al calificar a esta como un "temporadón". No obstante, también considera que "ha estado cargada de muchísimas dificultades desde la pretemporada a todos los niveles", hasta el punto de tener que entrenar hasta en siete instalaciones diferentes. "En Zamora, en el Casona, en Morales, en Corrales, en la Ciudad Deportiva, en el Camba y en el Ángel Nieto, con los problemas que eso exige".
A eso se suman, apunta Sánchez, los problemas de configuración de plantilla, con "semanas que no teníamos jugadores para entrenar". Un problema agravado por el hecho de que InterSala "es un club que no tiene estructura, no tiene cantera, no tiene juvenil...". Aun así, y pese a todo, tampoco muestra reparos a la hora de asegurar que "hemos trabajado como profesionales". Recuerda también esas seis semanas en las que un episodio de vértigos lo apartó de los banquillos y "ahí el equipo se resintió". Con ese ADN competitivo, propio de un equipo dirigido por Chema Sánchez, InterSala logró firmar un total de 50 puntos en su temporada de estreno en Segunda B, lo que califica como "una puñetera locura". "Cuando tengamos un poquito más de perspectiva le vamos a dar más valor a lo que se ha conseguido, por es algo muy grande en el fútbol sala zamorano", manifiesta. Y esos logros los ha conseguido, según confiesa, con "uno de los mejores grupos a nivel humano que yo he entrenado".
"A estas alturas yo no necesito quedar bien", apunta y añade que el grupo de jugadores que ha entrenado en su etapa en el banquillo verdirrojo "ha sido muy resiliente". Insiste en la "capaicad que ha tenido este gruo para adaptarse a las zancadillas, obstáculos y problemas que la temporada, todas las semanas, nos ha puesto por delante". Un grupo, pues, "muy entrenable" y del que también asegura haber sido "muy comprometido, valiente y ambicioso". "Hemos sido capaces de ver el vaso más lleno que vacío y aprovechar la oportunidad que nos da la vida de seguir adelante, aunque haya muchos problemas y muchas dificultades".
Una de las principales dificultades que este equipo y este entrenador han tenido que afrontar durante el curso 24-25 es, indudablemente, la economía. Y es que InterSala Zamora ha atravesado y atraviesa una serie de problemas económicos sobre los que Chema Sánchez asegura que "por desgracia, yo ya tengo experiencia sobre estar sin cobrar". No obstante, también afirma que aquello le sirvió para aprender que "uno no tiene por qué encontrar excusas y tiene que ver en los problemas oportunidades". Sin querer entrar en detalles en la economía de la entidad verdirroja, asevera que "jamás una excusa nos hizo ganar un partido". Asimismo, insiste en "buscar en los problemas y las zancadillas oportunidades para crecer y es lo que le transmití al equipo cada semana". Esa, explica, "ha sido una premisa fundamental, el conseguir que al grupo estas dificultades no lo frenaran en su proceso de evolución y de aprendizaje".
Con la honestidad por bandera, Chema Sánchez confirma que "desde que empezó la pretemporada ya hubo problemas, y la temporada empezó con problemas, siguió con problemas y ha acabado con problemas". No obstante, iniste en que "esto es cuestión de mentalidad" y añade que "hemos terminado como unos titanes y compitiendo". Son, pues, ocho años de 'Método Sánchez' en los banquillos del fútbol sala zamorano, y muchas son las vías abiertas para el próximo curso. "Tengo cuarenta y cinco años, llevo quince seguidos entrenando y siempre fuera de Salamanca, entonces llega un momento que supone un desgaste enorme", lamenta. Un desgaste, explica, "a nivel físico y a nivel mental", así como las dificultades de la conciliación familiar. "Te puedes imaginar todo el tiempo que yo he sacrificado a nivel familiar y personal por el fútbol sala", apostilla y es por lo que considera que "a lo mejor llega un momento de parar".
Con varias opciones sobre la mesa, incluso de formar parte del staff de una selección, "es momento de pensarlo bien". "A lo mejor el cuerpo me pide un año de impás y parar", y quién sabe si la vida llevará a Chema Sánchez por otros derroteros lejos de los banquillos, como son los relacionados con el 'coaching' y la psicología deportiva, en los que también se encuentra haciendo sus 'pinitos' con charlas y ponencias que "están teniendo bastante repercusión y acogida". Sean cuales sean las vicisitudes que afronte Chema Sánchez en el futuro más inmediato, en un banquillo o en otro, o lejos del 40x20, la huella de este entrenador salmantino, con una vida consagrada al deporte, será muy difícil de borrar y es ya un legado indudablemente como el de uno de los grandes entrenadores de la historia del fútbol sala zamorano.
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