La liga arrancaba este sábado para el CD Benavente con un viaje a Salamanca para medirse al Ribert, otro clásico de la Regional de Aficionados y al que buscaba sorprender lejos de casa. Objetivo que no se cumplió.
El encuentro empezó con dudas para los de Santi Redondo, quienes se encontraron con unos charros volcados en ataque y que apretaron a la defensa. Constante juego ofensivo que, para desgracia benaventana, acabó con el gol de Jaime en el minuto 29. Un golpe moral que dejó tocado al equipo, que se fue en desventaja al descanso.
Con la segunda parte por delante los benaventanos buscaron igualar por medio de Richi, enviando al delantero varios balones para que tratase de ver portería. Una misión que no salió y que se plasmó en el penalti fallado en el minuto 70. Parada de Chuchi que sentenció la derrota visitante.
Una primera jornada negra para un CD Benavente que ahora, eso sí, espera comenzar a mirar hacia arriba y pelear por la zona alta tras un año convulso.
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