Finalizaba la primera fase del campeonato y el CB Zamora llegaba al duelo ya clasificado para jugar por el ascenso. Por su parte, CB Morón necesitaba ganar en Zamora y esperar que el resultado de Logroño le sonriese. Pese a la clasificación ya conseguida, Saulo Hernández insistió en la importancia de conseguir el triunfo para entrar con mejor balance de victorias a la segunda fase.
Esa necesidad hizo que los blanquiazules salieran arrolladores, con un parcial inicial de 8-0 y dominando prácticamente todas las facetas del juego. Walter en la anotación y Canda en el rebote eran los jugadores más destacados de un CB Zamora que se mostró versátil en aro rival y muy serio en defensa para dejar el primer parcial en un 25-18.
Para entonces, en ese tramo final, Morón ya había despertado y empezaba a encontrar una eficacia abrumadora desde el perímetro. A base de triples, martilleando el aro de Zamora, los andaluces empezaron a sumar de tres en tres para darle la vuelta al encuentro y hacer un parcial de 2-16 para colocar un 27-34 que preocupaba a la parroquia local. Una preocupación no solo por la inspiración anotadora de Morón sino también por la poca productividad ofensiva ante una agresiva defensa en zona de los visitantes.
La hemorragia parecía no detenerse pero los de Saulo Hernández lograron llegar con vida al descanso con una asumible desventaja de 40-45. Tras el descanso el duelo volvió a equilibrarse. En cuanto Morón bajó sus porcentajes de acierto desde el triple la igualdad fue más notoria. Una buena salida del CB Zamora permitía a los zamoranos volver a coger la ventaja con el 48-47. Desde ahí, el peso del choque se repartió y aunque al CB Zamora se le seguía atragantando la dura defensa de Morón, los de Saulo Hernández encontraron en Libroia un asidero al que agarrarse para llegar al final del tercer cuarto con una ligera ventaja de 63-62.
Todo por decidir para el último cuarto. El equipo zamorano mantuvo su buen tono en la salida del parcial decisivo y logró estirar esas buenas sensaciones hasta llegar al 71-63 a falta de seis minutos para el final. Quedaba mucho partido y Saulo Hernández y una grada entregada impidieron que su equipo se relajase, lo que propició que la ventaja se ampliase hasta los once puntos (79-68 a falta de 2.30 para el final) con un Javi Beltrán asumiendo galones y jugando minutos de muchísima calidad en los minutos calientes. En el tramo final, con Morón a la desesperada fue Canda el que con dos triples consecutivos terminó de cerrar el choque y sellar el definitivo 87-78.