Jaime Rosón (Zamora, 1993) ha sido uno de los hombres de moda en la ciudad durante las últimas semanas. Su participación en la Vuelta a España, con mucho protagonismo en algunas etapas, le ha hecho llevar el nombre de la tierra por todo el país y le ha ayudado a seguir creciendo en un proyecto personal que no tiene límites. Si todo marcha según lo previsto, el joven corredor seguirá el año que viene en el Caja Rural. Después, vendrá lo que tenga que venir. Sin precipitarse, pero sin dejar de avanzar.

- Pregunta: ¿Le están parando mucho por la calle?

- Respuesta: Pararme como tal, no. Sólo la gente que me conoce. Me pasan cosas como la de ayer, que estaba vestido de ciclista tomándome un café en La Marina y se vinieron a hacer fotos conmigo. La gente me ve en el periódico y ahí salgo con casco, gafas... Cuando me lo quito soy totalmente diferente.

- P: En todo caso, ¿nota el reconocimiento tras su primer año como profesional?

- R: Sí, eso sí. Por medio de las redes sociales y también en persona. Durante la Vuelta a España siempre venían tres o cuatro de Zamora a saludarme después de cada etapa o antes de la salida. Es impresionante que haya gente de tu tierra en todos los sitios.

- P: En lo deportivo, ¿la Vuelta ha sido una experiencia positiva?

- R: Sí. Está claro que ha ido bien. Yo iba a aprender, a dejarme ver y a intentar luchar por una etapa y creo que lo he hecho bien hasta donde he podido, aunque la mitad de los días he levantado el pie por miedo a no llegar a la tercera semana. Al final, me he visto con fuerzas en las últimas etapas y esa es una buena señal porque quiere decir que, en el futuro, quizá pueda disputar alguna General. Eso ya se verá.

- P: ¿Se aprende mucho en la primera carrera de tres semanas?

- R: Mucho. Sobre todo a conocer tu cuerpo, a no cometer errores y a ir bien colocado en carrera.

- P: Además, todos los expertos hablan de una Vuelta a España de las más duras de los últimos años.

- R: Los corredores más veteranos decían que era la más dura que habían corrido hasta ahora. Han salido 11.000 metros más que el año pasado de desnivel positivo y eso es muchísimo. De media, salían 2700 metros por etapa y aquí en Zamora, en los días que hago cinco o seis horas, me salen 1.200 como máximo. Se puede imaginar la gente la diferencia que hay.

- P: Dos dorsales de la combatividad y una opción de ganar etapa. ¿Contento con su papel en las fugas?

- R: Yo iba con el objetivo de dejarme ver y de luchar por una etapa. En la primera fuga estuve ahí, cometí un error y me costó caro. Al final, hice noveno y me fui contento con el reconocimiento del dorsal rojo.

- P: Dentro del pelotón internacional, ¿se notan las jerarquías de equipos como Sky o Movistar?

- R: Se notan muchísimo. Sobre todo al llegar a meta. Yo, con mi maillot de Caja Rural, si me meto delante, lo normal es que me quiten rápido. No es que me quiten, sino que me pasan enseguida. Si llevas, por ejemplo, el maillot de Movistar, se nota en el respeto. Eso hay que ganárselo y todo el mundo ha pasado por lo mismo.

- P: Después de su primera experiencia en la Vuelta, ¿se ve algún día peleando por una General?

- R: Es pronto para saberlo. Tienen que pasar tres o cuatro años más. Pero, por cómo me he visto hasta ahora, primero tengo que adaptarme al ritmo del World Tour y, una vez adaptado, yo creo que sí se podrá luchar. Pienso que las cosas están saliendo bien, los datos que tengo de las pruebas que estoy realizando con mi entrenador también son buenos y, si Dios quiere y la suerte me acompaña, espero estar luchando algún día por alguna carrera de tres semanas.

- P: ¿El próximo año le veremos corriendo en Caja Rural?

- R: Tengo dos años firmados, por lo que todavía me queda otro de contrato. Hay que estar tranquilos, que todo se andará. Caja Rural es el mejor equipo para los jóvenes y estoy muy contento.

- P: ¿Tiene marcados otros objetivos de cara a la siguiente temporada?

- R: El año que viene seré más ambicioso que este. Ya he visto que, si voy fuerte, puedo estar con los mejores, como me ha pasado en vueltas como la de Turquía, y lucharé para ganar carreras. Este año era de aprendizaje, para conocer mi cuerpo.

- P: ¿En qué le ha cambiado la vida por ser corredor profesional?

- R: Se hace duro. Yo creo que en verano he estado diez días en mi casa y han sido intercalados. Se ha notado en que no he estado prácticamente en casa desde enero. Pero es mi trabajo y lo llevo con orgullo.

- P: ¿Tiene muchas concentraciones con el equipo?

-R: No. Antes de la Challenge de Mallorca estuvimos dos o tres semanas en Benidorm, en el mes de enero, pero por lo demás no he cambiado mucho el plan de entrenamientos. He incluido algunos viajes a Béjar para determinados objetivos porque necesito montaña para mejorar en las subidas. Es donde mejor me defiendo y, en unos años, me tendré que trasladar a otras ciudades donde pueda estar a una hora en bici de los puertos.

 

 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído