Héctor Juan Bustos: “Normalizamos de una manera lamentable que un menor reciba insultos en Valorio por ser árbitro”

El colegiado zamorano acumula 18 años de experiencias y aprendizajes en el Comité Técnico de Árbitros de Zamora, donde sigue arbitrando y ayudando al colectivo

Héctor Juan Bustos, árbitro de fútbol zamorano con 18 años de experiencia en el colectivo
Héctor Juan Bustos, árbitro de fútbol zamorano con 18 años de experiencia en el colectivo

Haber formado parte de un equipo arbitral en un Real Madrid – Real Sociedad, o haber arbitrado en estadios como El Molinón y el Benito Villamarín, es un privilegio que pocos han tenido la suerte de vivir. Las tres temporadas en Segunda División ‘B’ y los cuatro playoffs de ascenso a la misma categoría no han hecho perder el foco a Héctor Juan Bustos (1990, Zamora), árbitro de la provincia que continúa disfrutando de su ‘hobbie’ en 3RFEF a la par que ayudando, después de 18 años, al arbitraje zamorano.

Héctor, la pregunta del millón: ¿Por qué árbitro y no jugador o entrenador?

Yo en mi caso fue gracias a dos buenos amigos. Subimos a ver un partido de fútbol 7 a los campos del CEI, aquellos de tierra, y allí estaba arbitrando uno de ellos: Daniel Piñuel. En el descanso, hablando con él, me animó a probar y el amigo con el que subí a ver el partido más de lo mismo. Tras eso, aquí estoy 18 años después.

¿Cómo se gestiona la crítica?

Si es una crítica educada y constructiva, la encajamos bien. Y el que no lo haga, tiene un problema, porque debería encajarla bien. El problema es cuando la crítica viene de una forma errónea en forma de insultos, críticas despectivas… que ya no son constructivas.

El árbitro quiere hacer, como cualquier persona en cualquier trabajo, lo mejor posible su papel. Cuando vamos a Valorio y vemos a un chaval adolescente o a un niño en muchas ocasiones que está arbitrando, ese niño está empezando y lo quiere hacer lo mejor posible. Y si se equivoca, él va a ser el peor que lo pase. Pasará un rato malo, una tarde mala o una mañana mala, porque a nadie le duele más que a él haber fallado. Los árbitros somos personas normales, tenemos nuestra pareja, nuestra familia, amigos… que, si hay una determinada crítica desmesurada, bien sea en el colegio o en el instituto, afecta a toda la pirámide.

¿Goza de buena salud el colectivo arbitral en Zamora?

Actualmente, sí. Más teniendo en cuenta que, apenas dos temporadas atrás, estábamos en una situación crítica, con 35 árbitros para sacar la competición. En dos años, gracias en gran parte al delegado actual, Pedro Arenal, casi se ha doblado ese número. Ha habido unas campañas de captación muy fuertes y se ha pasado a 60 personas.

A nivel personal, de compañerismo, que lo veo muy importante en una delegación pequeña como Zamora, goza de muy buena salud en general. Veo a mucha gente joven que vienen pisando fuerte, que los animo a que sigan igual. Creo que hay mimbres para llegar a vivir buenas experiencias. Si he llegado yo, ¿por qué no puede llegar cualquiera de los que viene por detrás?

¿Cómo ves, ya que te repercute como responsable arbitral de esta parte, el fútbol 7 en Zamora?

Estos dos últimos años, llevo el tema de los recién iniciados en el mundo del arbitraje, y me están echando una mano tanto Agustín como Antonio. Bajamos bastante los sábados por la mañana a Valorio y sí que veo un problema de sociedad. Creo que es muy importante que incidamos entre todos en esto e intentemos acabar con determinadas situaciones a nivel general. Los que están allí todas las mañanas son niños, tanto jugando como arbitrando, como no puede ser de otra manera. Allí debe reinar un ambiente de deportividad, de respeto… los valores del deporte, vaya. Y tienen que reinar durante toda la jornada. El fútbol 7 en Zamora tiene mucho margen de mejora y debemos hacer autocrítica todos e intentar centrarnos en eso: que son niños jugando, niños o adolescentes arbitrando sus primeros partidos, entrenadores formadores de valores y entre todos mejorar un ambiente enrarecido. Normalizamos de una manera lamentable que un niño o niña de 12 años reciba insultos en Valorio por ser árbitro.

¿Cómo es la vida de un árbitro en cuanto a dedicación?

Salvo los dos primeros años de iniciación, llevo 16 con un rutina muy similar todos estos años, con dos o tres entrenos semanales más partido. A mayores, tenemos clase casi todos los viernes para ver jugadas y estar actualizados en las reglas de juego. Mi consejo es no darle prioridad 100% a esto, sino tenerlo como un 'hobbie', que nos gusta mucho, pero que no deja de ser un 'hobbie'. Para dedicarte profesionalmente a esto no solo se llega por meritos deportivos.

¿Y cómo afrontáis cada semana de competición? 

Recibes más o menos la designación de los partidos diez días ante. Las semanas de entretenimiento las organizas dependiendo de las cargas, si doblas partidos. A partir de ahí, con más o menos herramientas, conoces a los equipos, a los jugadores, en qué campo arbitras y siempre tienes un conocimiento de esa situación que te ayuda. Veo más importante ser proactivo. Si el portero saca en corto cinco veces en los primeros quince minutos, anticípate y colócate. Lo ves sobre la marcha, siendo proactivo y adaptándote al partido.

Héctor Juan Bustos como 'cuarto árbitro' en un Deportivo de la Coruña   Celta de Vigo
Héctor Juan Bustos como 'cuarto árbitro' en un Deportivo de la Coruña Celta de Vigo

Cuarto árbitro en un Real Madrid – Real Sociedad, en un Celta – Deportivo de la Coruña, en un Betis – Athletic Club… Tres temporadas en 2ª ‘B’, cuatro play-offs de ascenso… ¿Te imaginaste alguna vez esto?

Jamás. Cuando empecé en esto del arbitraje, jamás me imaginé que la meta fuera a ser formar parte de un equipo arbitral en partidos de Primera División. De hecho, me considero un privilegiado de haber disfrutado de estas experiencias. Poniendo en la balanza todo lo bueno y todo lo malo, sin duda me quedo con estas. Mucha gente también merecía haber llegado y no ha podido o no ha llegado a saborear esas experiencias que son únicas.

¿Estadio, partido y ambiente que más hayas disfrutado?

Estadio como tal en San Mamés. Ambiente, el Benito Villamarín. Y partido, un derbi gallego. He sido muy afortunado de estar en todos estos sitios.

¿Alguna anécdota que se pueda contar?

Hay muchas. Por ejemplo, la de Gijón con Enrique Castro ‘Quini’. Tuvimos un partido complicado en El Molinón, con mucha polémica arbitral y en el que el ambiente acaba muy crispado. Ahí ‘Quini’ demostró la gran persona que era cuando, desde el minuto uno hasta que acaba el partido, en el vestuario, estuvo pendiente de que estuviéramos tranquilos, a gusto y haciendo el acta con toda la tranquilidad. Hasta que no salí con el coche del estadio estuvo siendo mi sombra y con una actitud impresionante. En esas situaciones en las que se ve cuando un delegado es un ejemplo total. Si yo a Quini lo tenía como una persona especial, ese día me demostró que era único y una leyenda.

Otra de ellas fue con Joaquín. Llovía una barbaridad en Sevilla y antes de salir estábamos en el túnel, y me dice: “Cuarto, hoy nos vamos a mojar pero bien”. Justo pasaba ‘Palmerín’, la mascota del Betis, y dice: “’Palmerín’ es el que mejor va estar, Héctor, este no se va a mojar”. Nos reímos, dándole normalidad y naturalidad al asunto, y no siendo unos robots, que mucha gente va así a un partido. ¿Por qué no hacer un comentario normal y hablar con un jugador o entrenador de manera amistosa? Para mí eso es lo correcto: tener una conversación, una cercanía, siempre que sea posible, y no yendo como robots, que somos personas normales. Si pedimos que al árbitro se le vea como una persona normal, los primeros que tenemos que hacerlo somos nosotros.

¿Cambiarías algo del fútbol?

Cada vez hay más tendencia en el futbol español, que yo es el que sigo más, a las pérdidas de tiempo. Intentaría gestionarlo de una forma objetiva, no solo con el añadido, que eso queda a interpretación del árbitro. Para favorecer el espectáculo, habría que darle una vuelta a esto.

¿Qué le dirías a alguien para animarlo a ser árbitro?

Que pruebe, sin duda. Es un mundo que, a pesar de tener sus pros y sus contras, me quedo con lo bueno. Te da muy buenos momentos. Te da la posibilidad de disfrutar de un deporte desde otra perspectiva. Si te gusta, te engancha. Y si no te gusta, siempre vas a tener la posibilidad de decir: “Hasta aquí”, y a otra cosa. No tiene ningún tipo de obligación, faltaría más. Estoy seguro que en una gran mayoría se quedan, y a medida que te quedas cada vez vas saboreando experiencias y cosas del arbitraje que te van gustando más: viajes, mejores partidos, etc. Si sabes filtrar, quedarte con las cosas buenas, la experiencia es maravillosa y creo que la mayoría se quedan por eso.

Héctor Juan Bustos, junto a los zamoranos Antonio Morales y Agustín Valverde, en el playoff disputado entre el Manacor y el Alcorcón 'B'
Héctor Juan Bustos, junto a los zamoranos Antonio Morales y Agustín Valverde, en el playoff disputado entre el Manacor y el Alcorcón 'B'

Y qué consejo le darías a esa persona que está empezando.

Que disfruten y saboreen al máximo de cada etapa del proceso: desde la primera de aspirante, arbitrando tus primeros partidos de fútbol 7 y con esos partidos con esa mezcla de nervios e ilusión, hasta salir de asistente a Regional de Aficionados. Si tienen la suerte de ascender y llegar a categorías regionales, o subir a las nacionales o el fútbol profesional, mejor que mejor. Yo he disfrutado como un enano de cada una de las etapas y eso es lo que te llevarás siempre.

Después de todo, ¿con qué te quedas del mundo del arbitraje?

Las personas. Me parece super importante que, desde que se empieza, se tenga claro que lo más importante es ser buena persona. Aspirar y ser ambicioso a lo máximo, pero sin pisar al compañero que tienes al lado. El arbitraje seguirá, pero lo que quedará es la persona.

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