Después de una temporada en la que la armonía dentro del grupo ha sido la nota predominante, los integrantes del Zamora han querido despedir diez meses de convivencia con una comida campera y una capea. Los más lanzados se han atrevido, capote en mano, a tentar a la suerte con las vaquillas.
Al final, despedidas y deseos de éxito para un futuro que se conocerá en las próximas semanas, tanto para los jugadores que se quedan como para los que decidan cambiar de aires el año que viene.
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