El Balonmano Zamora retomaba el pulso a la competición después del parón navideño y de la jornada de descanso obligada el pasado fin de semana al aplazarse su duelo ante el FC Barcelona B. Los pistacho volvían al campeonato para medirse a un rival duro, Villa de Aranda, segundo clasificado y con un potencial enorme en su feudo. Además, los de Leo Álvarez viajaban con cuatro bajas de una importancia capital: Octavio, Raúl, Gastón y Ramiro.
Pese a que todo estaba contra, el Balonmano Zamora hizo un choque muy serio. El equipo de Álvarez no se dejó ir en ningún momento del primer acto y comandados por Jortos y Dalmau en la faceta anotadora, los zamoranos conseguían llegar al descanso con un 15-13 que dejaba todo abierto. Es cierto que las dudas estaban en saber cómo respondería el equipo a la segunda mitad tras el exigente primer tiempo. Y esa respuesta, por desgracia, tardó muy poco en llegar.
El inicio de segundo tiempo fue nefasto. Desde el gol inicial de Dalmau que era el tanto 14, hasta el conseguido por Jaime, que era el 15, pasaron diez minutos. Villa de Aranda aprovechó ese tiempo aciago en el bando visitante para irse a un 20-14 que ponía seis goles de diferencia. No era una brecha insalvable, pero teniendo en cuenta el rival que estaba enfrente y las ausencias del BM Zamora, ponían la victoria casi imposible.
Villa de Aranda supo jugar con el resultado y con el tiempo. Eso sí, el BM Zamora no dio el partido por perdido en ningún momento y llegó a asomarse hasta los tres goles de diferencia, perlo el esfuerzo se hacía estéril con cada diana de los locales. Al final, un 26-22 que dejaba sin premio el incansable trabajo de un BM Zamora que se encuentra un solo punto por encima del descenso, aunque con un importante número de equipos implicados en esa lucha.