Roberto Aguirre ya sabe que no podrá contar para el próximo mes con uno de sus principales puntales en el ataque. El delantero sevillano Manu Gavilán conocía en las últimas horas los resultados de la resonancia a la que fue sometido el lunes y las pruebas han arrojado que sufre un esguince de grado dos en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. Una lesión que le tendrá de baja en torno a cuatro semanas.

Se trata de una lesión algo más grave de lo que el propio futbolistas esperaba, a tenor de las primeras exploraciones, pero el jugador se muestra satisfecho porque las sensaciones iniciales eran malas: “Nunca había sufrido ninguna lesión en la rodilla y cuando noté un chasquido en la rodilla en el entrenamiento del sábado me asusté mucho. Es cierto que la primera exploración de los médicos me hacía ser optimista y pensar que en dos semanas estaría jugando, aunque al final serán cuatro semanas”. En este sentido, añadía: “Es para estar contento por no me ha cogido el menisco y tampoco es un esguince fuerte, porque si hubiera sido de grado máximo puede que también tendría que haberme operado”.

El jugador comenzará desde ya la rehabilitación y su objetivo es reducir algunos días ese proceso de recuperación para estar cuanto antes. Y es que si se cumplen los plazos, se perdería el partido ante el Valladolid B, ante la UD Logroñés y ante el Racing de Ferrol; mientras que llegaría justo al duelo frente al filial del Celta de Vigo. “Mi objetivo es hacer lo que sea para estar listo una semana antes de lo previsto”, agrega Gavilán.

Sobre el momento en el que llega la lesión, el ariete sevillano es muy claro: “Las lesiones siempre llegan en mal momento, y en este caso no iba a ser menos. Me encontraba bien, con una chispa de piernas que volvía a ser buena tras el descanso navideño y con mucha confianza porque había recupera la punta de velocidad. Pero queda mucha liga por delante y espero recuperarme de la lesión y volver a aportar al equipo cuanto antes”.

Con su lesión, son muchos los seguidores que ponen en duda el potencial ofensivo que puede tener el equipo; y es que a nadie se le escapa que su entrada en el once coincidió con la mejora en el rendimiento del Zamora. Ante esto, Gavilán apunta: “En una plantilla corta como esta cualquier ausencia se nota, pero creo que el equipo está mucho más maduro que al inicio de la temporada cuando yo llegué y hay jugadores que pueden suplirme sin problemas. Tengo confianza plena en todos mis compañeros”, finaliza.

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