María González evita en el minuto 100 la primera derrota del curso del Amigos del Duero
Las zamoranas estuvieron muy erráticas durante todo el choque ante un rival que intentó llevar el partido a constantes interrupciones. Tras encajar el 0-1 en el minuto 85, María González rescataba un punto en la última acción del choque.
El Amigos del Duero ha perdido algo de chispa con respecto al equipo que dominaba la liga en la primera vuelta de la competición. La prueba, los tres empates que ya ha acumulado después del parón navideño y que hacen que la primera posición se iguale y el ascenso directo no esté tan decidido.
Este sábado, las zamoranas se medían ante el filial del Olímpico de León. En la ida, las de Nacho Merino consiguieron el triunfo, pero el resultado, aunque ligeramente abultado, no reflejó lo mucho que le costó ganar a las zamoranas. Por eso, no había relajación de las filas del conjunto amarillo.
No obstante, no fue un partido bueno por parte de las jugadoras de Merino. En ningún momento se vio al equipo cómodo, serio defensivamente y vertical arriba que había maravillado en la primera vuelta del campeonato. El juego era trabado, sin ritmo, sin trenzar tres pases seguidos en las acciones. Es cierto que también propiciaba ese tipo de juego el oponente, que a sabiendas de la superioridad del rival apostó por un hacer un duelo largo, con muchas interrupciones.
Tras una primera parte igualada y con escasas ocasiones, el Amigos del Duero salió algo más entonado en el segundo acto. Las locales reclamaron dos posibles penaltis en el área leonesa, sobre todo unas manos que parecieron claras, pero el colegiado decidió seguir el juego. El filial del Olímpico de León siguió haciendo su partido, con una defensa muy férrea, tratando de salir a la contra y parando una y otra vez el juego con constantes caídas al suelo.
El equipo local y la hinchada zamorana se desesperaban en la grada. Una desesperación que se multiplicó exponencialmente en el minuto 85 cuando una contra del Olímpico de León acababa en un mano a mano que definió la ariete visitante con una colosal vaselina. Quedaban cinco minutos, pero el colegiado dio ocho minutos de añadido. Hasta en cinco ocasiones tuvieron que salir las asistencias del equipo visitante en la segunda parte. Una situación que fue todavía más descarada en el propio añadido, cuando tres veces estuvo el juego parado para que entrarán nuevamente asistencias del equipo leonés.
Ante esa descarada pérdida de tiempo, el colegiado dio dos minutos más, y fue en el minuto 100, en la última acción del choque, cuando María González encontró un balón filtrado para colocarse delante de la portera visitante, recortarle, y marcar para sellar el partido con el definitivo 1-1.
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