El Balonmano Zamora saltaba a la pista del Vicente Truebacon el objetivo de no ceder la ventaja con sus perseguidores. En los primeros diez minutos, los pistacho hacían sufrir a la grada local, que veía como los visitantes dominaban en el electrónico, aunque solo sensiblemente. Si empataban los cántabros, el MMT Seguros se volvía a adelantar.
Sin embargo, tan pronto como el reloj marcaba el minuto diez, la tónica daba un giro de 180 grados. En apenas cinco minutos, Torrelavega conseguía no solo darle la vuelta al marcador, sino ponerse por delante, con una cómoda ventaja de cuatro tantos. Con una exclusión a Pablo Cubillas, Leo Álvarez decidía pedir tiempo muerto para los suyos. La charla no cambiaría nada en el electrónico, puesto que los zamoranos fallaban un penalti de mano del recuperado Ceballos y volvían a verse incapaces de plantarle cara a los locales. De hecho, solo conseguían recortar la ventaja en un tanto al final del primer tiempo.
Tras el descanso, la tónica era la misma en el electrónico. Ni siquiera cuando Torrelavega perdía a un jugador por exclusión podían los de Leo Álvarez acortar distancias, algo que obligaba al míster zamorano, denuevo, a pedir tiempo muerto. No obstante, cada dardo enviado por los pistacho era contestado por otro de los cántabros, que veían como podían con los visitantes incluso en inferioridad numérica.
Krimer, el portero de Torrelavega, se convertía de nuevo en protagonista cuando volvíaa detener otro penalti, desatando la furia ofensiva de los locales. El partido se le terminaría haciendo largo a los zamoranos, que veían como el marcador final era de 27-20.