El MMT Seguros aguantó hasta el descanso en la pista del cuarto clasificado. El conjunto pistacho cayó derrotado con claridad en O Gatañal después de un partido que tuvo dos partes muy diferenciadas: la primera, en la que los hombres de García Valiente mostraron una de sus mejores versiones y llegaron a tener cuatro tantos de ventaja, y la segunda, cuando el cuadro gallego demostró por qué pelea por jugar la próxima temporada en Europa y fue un auténtico vendaval; incontenible para los visitantes, que no le perdieron la cara al duelo, pero que terminaron rendidos a la evidencia.

Eso sí, como siempre, el MMT Seguros vendió su piel muy cara. El Frigoríficos Morrazo tuvo que sudar para lograr cada gol de diferencia y llegó a sentir temor ante la posibilidad de que los pistacho dieran la sorpresa. En un inicio fulgurante, los zamoranos silenciaron a la ruidosa afición de Cangas con un parcial de 3-7 que obligó al técnico local a parar el partido. Octavio entraba con comodidad para lanzar y los extremos recibían balones francos en las transiciones rápidas. Pero este parcial favorable terminó ahí.

El conjunto gallego subió la intensidad y cambió la defensa para protegerse de Octavio. El resultado fue un parcial de 4-0 que equilibró la contienda mientras Jortos, Juárez y compañía echaban de menos la referencia de Salinas en el pivote. Su ausencia resultó determinante para el devenir del encuentro, a pesar del titánico esfuerzo que realizaron Fernando y Andrés para dar la talla en una posición que no es la suya.

De todos modos, algunos errores en ataque de Cangas y el acierto en acciones puntuales de los pistacho dejaron el duelo muy abierto al descanso (13-12). En ese momento, terminó la resistencia de los zamoranos. A partir de entonces, cada ataque fue un suplicio. Los hombres de García Valiente no eran capaces de encontrar el camino de la portería y se dedicaron a mover la pelota, cada vez más desesperados, mientras los árbitros avisaban de la posibilidad de señalar pasivo una y otra vez.

Además, cada vez que el MMT Seguros hallaba una fisura en la férrea defensa de los gallegos, el guardameta local Mijuskovic se encargaba de frenar las acometidas de los zamoranos con paradas de todos los colores. Especialmente afectados se vieron los extremos, que llegaron a desesperarse ante la brillante actuación del montenegrino.

Al final, a pesar de los esfuerzos defensivos del MMT Seguros, la diferencia se elevó hasta los ocho goles en una tarde que resultó especialmente nefasta para Jortos. El capitán se vio obligado a irse al Hospital para recibir puntos en la ceja tras un golpe en los últimos compases. No fue el día para el Balonmano Zamora.

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