Con más vidas que un gato y apoyado en un carácter y una identidad que se mantiene inalterable, el MMT Seguros ha asaltado el Quijote Arena con una remontada que ha dejado helado al ya de por sí frío coliseo manchego. Los hombres de García Valiente, que perdían por cinco al descanso (20-15), se rehicieron en la segunda parte para espantar los fantasmas del empate ante el Grupo Covadonga y dar un puñetazo sobre la mesa ante uno de los rivales que pelea por meterse entre los cinco primeros.

Tras un primer tiempo en el que el MMT Seguros careció de intensidad y permitió el despegue de los locales, el segundo acto se convirtió en una exhibición de juego y de garra de los pistacho, que destrozaron a su rival con ataques demoledores de apenas unos segundos y una defensa que contuvo todo lo que había permitido hasta entonces. El resultado, un parcial de 9-17 que puso de manifiesto por qué los zamoranos se codean con Bidasoa, Valladolid y Palma del Río; por qué son uno de los 'capos' de Plata.

VEINTE GOLES EN CONTRA EN TREINTA MINUTOS

En el arranque, la tristeza con la que concluyó el choque ante el Grupo Covadonga pareció pervivir en los cuerpos de unos jugadores pistacho que salieron sin el brío habitual, hicieron aguas atrás y dejaron que un rival con bastante talento ofensivo se diera un festín con Leo Maciel como víctima propicia. Octavio, Reyes y un gran Ceballos, que se marchó con siete goles, mantuvieron vivo al equipo a pesar de la sensación de dejadez e inferioridad que transmitió durante los primeros treinta minutos.

CLIC TRAS EL DESCANSO

A la vuelta de vestuarios, todo cambió. Concienciado de morir, si era ese el destino, entregando hasta la última gota de sudor, el MMT Seguros mostró el rostro que le ha permitido mantenerse instalado en la cabeza de la tabla todo el año. A pesar de que el marcador tardó en darle la razón, el conjunto zamorano fue un martillo pilón y puso contra las cuerdas a un Alarcos que se defendía gracias a un aceptable acierto exterior y a la gran labor de Jorge Villamarín bajo palos.

Sin embargo, a medida que avanzaba el encuentro, el MMT Seguros comenzó a recoger los frutos de su trabajo y fue limando su desventaja de forma irremisible. Los manchegos se desesperaron y trataron de cortar las acciones con dureza, pero se encontraron con un cuadro zamorano imparable, más que certero en sus acciones y sabedor de que, cuando hombres como Reyes u Octavio alcanzan la racha, todo resulta más sencillo.

Así, un encuentro que estaba de espaldas a los visitantes, se puso rápidamente de cara (29-32) y obligó al Alarcos a una reacción de empuje que no dio resultado. Aunque los manchegos llegaron a empatar y a ver la luz con una inoportuna exclusión de Octavio, un golazo de Molina, una parada de Maciel y la garra de Peli para anotar el gol de la sentencia terminaron de cerrar un triunfo que vuelve a elevar la moral de una tropa que no se desengancha del ascenso directo.

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