Tres partidos de la segunda vuelta, tres encuentros de sufrimiento extremo y tres victorias. En definitiva, seis puntos de seis posibles para un MMT Seguros que esta vez vistió el traje de las remontadas y que le arrebató de las manos el triunfo a un filial del FC Barcelona muy talentoso, pero que pagó su inexperiencia ante un cuadro pistacho tremendamente competitivo, entregado en el esfuerzo e inteligente a la hora de gestionar sus opciones.

En el minuto 42, los zamoranos perdían por tres y jugaban con uno menos tras una exclusión de Marc Abalós. El partido se situó en el alambre y ahí, como el mejor de los funambulistas, el MMT Seguros se manejó con entereza, no tuvo miedo a caer e impuso sus ganas de salvar los puntos. El resultado fue una reacción que permitió a los pistacho endosarle un 5-10 de parcial a los azulgrana desde entonces hasta el final del encuentro. Una vuelta de tuerca demoledora.

Esa gran actuación final resultó decisiva en un partido tremendamente duro para el equipo de García Valiente. El FC Barcelona exhibió un abanico de recursos difícil de ver en la segunda categoría. El poderío de la primera oleada catalana, encabezada por Dujshebaev y Ceretta, rompió la defensa pistacho, que encajó más de lo habitual y que tuvo que compensar en el área rival lo que perdía en la propia.

En el primer tiempo, el MMT Seguros salvó bien los muebles, con Peli muy inspirado desde el extremo y Octavio y Molina encontrando espacios para lanzar con una cierta comodidad. Los problemas llegaron tras la reanudación, cuando el acierto blaugrana superó al pistacho y el duelo se torció hasta el punto que pareció irreversible. Las decisiones arbitrales en algunos puntos del encuentro tampoco ayudaron y los hombres de García Valiente se vieron al borde del precipicio.

Sin embargo, hay que esperar a la bocina para dar por muerto al MMT Seguros, que no perdió la compostura, recuperó las riendas a partir del minuto 45 y comenzó a atosigar a un filial que se vio con los dos puntos y que terminó recibiendo golpes contra las cuerdas. Cada acción del tramo final fue un suplicio para el Barça, que se estrelló de lleno contra el recompuesto muro zamorano y que comprobó que la fama que precede a Jortos, Octavio y compañía no es casual.

Tampoco contó el conjunto catalán con la variable de Carletes, que aportó tres goles decisivos, uno de ellos para igualar la contienda a dos minutos para el final. Dujshebaev trató de remediar, en solitario, lo que parecía un naufragio inevitable, pero Leo Maciel adivinó las intenciones del joven jugador azulgrana y detuvo sus dos últimos lanzamientos.

En el otro área, Reyes desde el exterior y Peli en un contragolpe casi con el tiempo cumplido, zanjaron un triunfo que demuestra que el MMT Seguros no negocia el esfuerzo y que, también a contracorriente, es un rival temible.

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