Llegaba el Zamora al Stadium Gal de Irún con nuevo técnico y el entrenador gallego Yago Iglesias apostaba por un once inicial con cambios muy puntuales con respecto al planteado por Movilla siete días antes. No hubo permutas en defensa con Villanueva en portería, Garay, Piña, Astray y Cordero en la zaga. A partir de ahí, Iglesias siguió apostando por Juanan y Carlos Ramos en la medular. La gran novedad estuvo en la línea de tres por delante, con Jorge, Kepa y Dani Hernández. Arriba hubo también otro cambio, dándole la titularidad a Adri Herrera, en detrimento de Losada.
Salió mejor el Real Unión, con la idea de juego más clara y dominando mejor el escenario, un Stadium Gal rápido en casi todas las zonas por el aguacero caído en las horas previas al choque y también durante el encuentro. Cada balón largo, cada acción dividida, cada segunda jugada, todo caía de lado de un Real Unión más intenso en cada lance. Los zamoranos apenas creaban juego y tampoco pisaban área rival. El Real Unión avisó con un centro lateral al primer palo, en donde el remate de Pradera lo repelía a quemarropa Jon Villanueva.
Los minutos pasaban, parecía que el Zamora se asentaba aunque sin crear acciones de peligro. De esa primera mirad tan solo hay que reseñar por parte de los pupilos de Yago Iglesias dos centros laterales, uno de Kepa y otro de Jorge que no encontraban rematador. Los porteros apenas actuaban y el Real Unión volvía a avisar con otro centro lateral desde la izquierda que Pradera remataba fuera.
Y cuando el choque entraba en su recta final del primer acto llegó el regalo diario del Zamora. Un regalo que todos los rivales esperan, porque saben que va a llegar tarde o temprano, y otra vez se produjo. Corría el minuto 36, Astray cedía a Jon Villanueva, el arquero intentaba recortar al delantero, pero los arietes vascos le hicieron un dos contra uno y Pradero robaba a Villanueva para hacer el 1-0 a portería vacía.
Con ese error grosero el Zamora se iba al descanso perdiendo por 1-0, sin tirar a portería y sin sensación de poder hacer daño a un sólido Real Unión de Irún. La segunda parte fue similar, aunque el Real Unión rebajó su intensidad y el Zamora fue capaz de crecer un poco más en el partido, aunque sin poner en excesivos apuros al meta vasco. Iglesias movía el banquillo y daba entrada a Diego Hernández y Javi Navas para darle más frescura a la ofensiva, pero las ocasiones seguían sin llegar.
Lejos de eso, lo que llegó fue el gol de la sentencia de un Real Unión que supo esperar de nuevo el error del Zamora. Pérdida de balón de Garay en la salida y el Real Unión montaba una contra de manual. Robo, apertura a banda y centro al primer palo para remate de Kun. La jugada ensayada una y mil veces en entrenamientos que salía a la perfección para cerrar el duelo con el 2-0.
Esa diana, pasado el ecuador del segundo acto mataba el duelo, y aunque el Zamora lo intentó con más corazón que cabeza hasta el final, no logró poner en aprietos ni una sola vez al portero del Real Unión. Al final, un 2-0 que mantiene al Zamora hundido en la penúltima posición de la tabla y habiendo consumido el primer efecto del cambio de entrenador. Habrá que seguir esperando a ver si Yago Iglesias es capaz de revertir la situación.
El Real Unión se adelantó a la media hora de juego tras un error y los rojiblancos ya no pudieron levantar el partido pese a los cambios que puso en el campo Yago Iglesias. Cuando restaban algo más de veinte minutos para el final, el Real Unión del zamorano Miguel Santos puso el 2-0 con el que acabó el partido
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