Los zamoranos comenzaron el partido eufóricos y optimistas ante la buena salida del Zamora. Los de Roberto Aguirre tuvieron varias ocasiones de gol y los aficionados se mostraban seguros de que los primeros puntos iban a llegar al casillero. Pero el encuentro se fue tornando en una pesadilla a medida que pasaban los minutos. El gol de Jorge Hernández obligaba a los hinchas a irse al descanso con un sabor de boca amargo tras los primeros cuarenta y cinco minutos.
Un sabor que se tornó a agrio por completo cuando el Real Valladolid B mostró una tremenda superioridad sobre el Zamora en el segundo acto hasta llegar al 4-0 definitivo. Unos tímidos cánticos de apoyo en la segunda mitad cuando Aarón fallaba una ocasión clara para haber empatado el partido fue lo poco que se escuchó a una afición que terminó tremendamente preocupada.
Quien más y quien menos ya hablaba de la necesidad de reforzar al equipo en las próximas horas para no estar en Navidad más cerca de Tercera División que de la permanencia en Segunda B.