No esperaba el Zamora encontrarse un campo en tan malas condiciones antes de viajar a Tanos. Los jugadores, convencidos de que el partido se iba a desarrollar en césped artificial, montaron en el equipaje botas especiales para hierba sintética con tacos cortos y de goma. No podían imaginar que al llegar a Santa Ana se iban a encontrar con un campo de césped artificial lleno de arena y barro. Desde el primer minuto, los zamoranos fueron incapaces de mantenerse en la vertical, con constantes resbalones y con una velocidad de carrera muy inferior a la de un rival que aprovechó esas condiciones del terreno de juego para ganar al Zamora en la mayoría de las facetas. El embarrar el campo le vino francamente bien al Tropezón que sacó ventaja a los de Aguirre en cada una de las acciones del partido.

A raíz de esas pésimas condiciones del terreno de juego, el Zamora empezó a fallar en muchos lances del juego. El equipo salió bien, con ganas y sin ceder terreno a un Tropezón que intentaba llevar la manija del partido. Durante los primeros veinticinco minutos, la igualdad fue máxima en cuanto a ocasiones. Un balón al palo de cada equipo (el del Zamora con un disparo cruzado de Nico) y una ocasión clara para cada conjunto (la del Zamora en un balón a la espalda que Jorge no fue capaz de definir en el mano a mano). Así transcurría el partido, cuando Estrada hacía una cabalgada por la banda izquierda de su ataque, ponía un centro y remataba en boca de gol Fresno. Fallo en cadena de un entramado defensivo rojiblanco que dejó muchos espacios en ese tanto.

Con ese 1-0, y con otra ocasión clara para cada equipo, se llegaba al descanso. Montero antes del asueto no fue capaz de batir al meta local en un mano a mano algo escorado.

La segunda parte comenzaba algo mejor que la primera para el Zamora. Los rojiblancos intentaron salir a por el empate, pero eran incapaces de trenzar una jugada de peligro sin caer al suelo fruto de un resbalón. El paso adelante que dio el equipo de Aguirre lo aprovechó el Tropezón para mandar balones largos y poner en aprietos constantes a una defensa insegura y nerviosa ante la incapacidad de ganar en velocidad a los rivales. Los minutos pasaban y llegó el tanto de la sentencia. Jorge perdía un balón en el centro del campo al ser objeto de una falta clara, el colegiado decidía no pitar nada y Álex volvía a marcharse en velocidad de hasta tres rivales. El cántabro se plantaba en la frontal del área y su disparo lo repelía Imanol. Pero en el rechace, nuevamente un jugador del Tropezón se encontraba solo para rematar a placer. Era Rafa, el capitán local, quien llevaba el júbilo a las gradas.

Quedaba más de media hora para el final de encuentro pero el Zamora fue incapaz de marcar una sola diana y tan solo un par de jugadas de peligro hicieron trabajar ligeramente al meta local.

Al final, nueva derrota de un Zamora que ve cómo se reducen las distancias con las posiciones de descenso, y que el próximo día se verá las caras con la UD Logoñés en el Ruta de la Plata.

CD TROPEZÓN: Dorronsoro, Gonzalo, Conde, Estrada, Luis Alberto, Nando, Álex (Dorronsoro, min.70), Luis González, Juan Fresno (Héctor, min.80), Rafa y Adrián León (min.46)

ZAMORA CF: Imanol, Prada, Garretas (Dalmau, min.80), Ramiro, Mateos, Jacobo Trigo, Nico, Santos, Rubén Sánchez (Javi Ramos, min.60), Jorge (Hugo, min.80) y Montero.

GOLES: 1-0, min.28: Juan Fresno; 2-0, min.53: Rafa.

ÁRBITRO: Goróstegui Fernández. Amonestó a los locales Dorronsoso, Luis Alberto, Nando y Luis González. Por los visitantes vieron la amarilla Jacobo, Jorge, Montero y Rubén.

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