Errores que matan. Nos ha costado entrar en el partido y cuando hemos querido enchufarnos, en los primeros minutos, ya íbamos 2-0. Ha sido un quiero y no puedo constante. Nuestros errores nos matan.
Golpe anímico en el comienzo de segunda parte. En el descanso hemos querido ajustar y hemos salido en superioridad en la segunda parte, pero nada más empezar tenemos balón para meter, la perdemos y encajamos el 3-0.
Fallar ocasiones claras. Parecía que nos enganchábamos al partido con el 3-1; hemos tenido tres ocasiones muy claras para hacer el 3-2, pero nos vamos al 4-1. Con ese resultado, igual: tenemos para hacer el 4-2, la fallamos en la línea y nos vamos al 5-1. El partido se resume en un quiero y no puedo.
Sin gol. No conectarnos desde el principio e irnos a esos resultados largos nos penaliza mucho porque no somos capaces de competir ni meterlas. Generamos y generamos, pero no tenemos gol. Ni hoy las hemos generado con tanta claridad como otros días ni somos capaces de meterlas, y cuando se juntan estos dos factores, el resultado está ahí.
Creer que se puede. No queda otra que seguir trabajando y focalizarnos en el próximo partido. El equipo está dando una mejor versión y ya con la vista puesta en corregir esos errores que nos matan. Han sido superiores en todos los aspectos del juego y no queda otra que seguir mirando para arriba y tratar de escalar, que podemos hacerlo y nos lo tenemos que creer.
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