Würzburg decide. Siempre decide. Perfumerías Avenida, Marea Azul y Würzburg. Tres elementos como tres títulos. Como la Liga, la Copa y la Supercopa logradas por el equipo azulón esta temporada.
Las charras no dieron opción a UniGirona en el tercer partido de la final y ganaron por 67-44 en un Pabellón de Würzburg hasta arriba. Fue una victoria clara y justa que dignificó a un equipo que dio todo en cada segundo de cada partido de la temporada.
El inicio de encuentro denotó la tensión del mismo. Milovanovic estrenó el marcador. La serbia es una delicia. Würzburg lo sabe, Avenida también. Y fue ella quien pegó el primer estirón con un triple. Le siguió Silvia. Finta de la capitana que hizo volar a Spanou y canasta de dos para mandar el choque hasta el 9-4. El técnico de UniGirona, Eric Suris, se vio obligado a parar el duelo.
Pero las jugadoras charras mostraban su energía. La que tienen, la que el público le insufla. Al descanso, la ventaja era de ocho para las locales (15-7), gracias a una excelente defensa.
No bajó el ritmo en el segundo cuarto en la pintura charra. Volvió a comenzar Milovanovic bailando ante Peters para dejar la pelota en la red. De hecho, la ‘nueve’ charra anotó los seis primeros del segundo cuarto. Poco a poco se iba marchando el equipo local, con Erika haciéndose enorme en la pintura y Quevedo y Gil dinamitando el choque desde la línea de tres. Al descanso, Würzburg rugía por el 3116 a favor de las azulonas.
En el tercer cuarto, Avenida dio el paso definitivo hacia el título. La dupla Erika-Milovanovic se imponía en la pintura y anotaba e intimidaba a las gerundenses. Pero Girona también reaccionó y Ortega tuvo que pedir tiempo muerto tras un triple de Jordana (38-26). Después del tiempo muerto, Avenida mostró todas sus credenciales al título. La capitana Silvia Domínguez guiaba a las charras que se marcharon hasta el 54-33.
Los últimos diez minutos fueron de disfrute para un equipo que siempre lo dio todo. Un paso al frente en cada momento difícil o dos, si fuese necesario. La Marea Azul saboreó el título desde las gradas. Una simbiosis única en el baloncesto femenino.
Los ataques ganan partidos, las defensas ganan campeonatos. La quinta Liga ya está en las vitrinas perfumeras; el anhelado triplete también.
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