¡Cómo necesitaba este partido el Zamarat! Sentirse grande, bien, rebosado de confianza y pletórico. Fue un encuentro inmaculado, de matrícula de honor y frente a su público. Después de los malos tragos, los buenos momentos se saborean mejor y más cuando el equipo va en línea ascendente. Recital y noche espléndida. (100-55)
El pleito arrancó con alternancia de ocasiones que, poco a poco, se fue decantando a favor del Domusa. Da Costa impuso su físico bajo el aro para anotar 8 de los 13 puntos con los que acabó el conjunto vasco el primer acto. El Zamarat encendió la chispa con Davinia y Puiggros, es raro el día en el que la catalana no destaca. Zoe se hizo gigante para recoger todos los lanzamientos vascos que no entraron a canasta y el primer acto se cerro con ventaja de 6 puntos para las naranjas (19-13).
El Zamarat rebosaba confianza, su juego estaba funcionando y la renta fue engordando. Puiggros y Davinia siguieron con su estelar actuación. Una anotaba y la otra aplaudía y cuando la otra anotaba, una sonreía. Las naranjas se gustaban y el técnico visitante, ante la nula reacción de las suyas, se vio obligado a solicitar tiempo muerto. El Domusa intentó despertar con un triple de Llorente, falta alarma porque Zoe alzó la voz para sumar un 3+1 (37-15). Por un momento se secó la pólvora naranja y el cuadro vasco lo aprovechó para limar la desventaja a 16 puntos. Pese a la garra vasca, el Zamarat se fue al descanso con una jugosa ventaja de 18 puntos (44-26).
Polleros anotó la primera canasta de tercer cuarto y Aina se apuntó a la fiesta trasformando dos puntos. Quiso dejar claro Polleros que su buena actuación ante el Arxil no solo fue cosa de un día puntual. Es evidente que ha cogido moral y quiere contribuir al buen momento del Zamarat. Esos 24 puntos de ventaja parecían que no eran suficientes para Vasconcelos. El técnico luso se enfadó después de que su equipo desperdiciara una posesión. ¡Dos más! Gritaron desde la megafonía en repetidas ocasiones como si se tratara de un estribillo de una canción. Al último cuarto con 31 puntos de ventaja (71-40).
Más y más puntos. Con más de 8 minutos por jugarse Puiggros ya tenía en su cuenta anotadora 24 puntos y otros 16 Davinia. El ritmo no bajo ni mucho menos, es lo que tiene un Ferrari que cuando arranca es imparable y este Zamarat fue el Ferrari ante el Domusa. 40 de ventaja y Soeiro quería más, como si las naranjas estuvieran a solo dos puntos. La noche la redondeó Lorena Sahaún y Carla Arnés, canteranas,que salieron bajo un sonoro aplauso. Pelos de punta con estas dos canteranas, con la sonrisa nerviosa típica de un debut. La noche no pudo ser mejor con Lorena firmando el centenar de puntos (100-55).
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