Una victoria en los nueve partidos disputados en lo que va de 2014 han hecho activarse todas las alarmas en el seno del Zamora B. El filial rojiblanco, que durante algunos tramos de la competición tuvo opciones reales de meterse en la pelea por las plazas de la zona media alta de la clasificación, ha encadenado una serie de resultados negativos que les ha llevado a verse inmerso en las posiciones de peligro.

Así, a falta de ocho partidos para terminar la competición, los de Manuel Álvarez están a seis puntos del descenso a la Provincial de Aficionados. Y es que a día de hoy bajarían dos equipos de forma directa y uno más por el arrastre que supondría el descenso de Tercera del Santa Marta de Tormes. Los arrastres podrían ser mayores, ya que el Salmantino y el Atlético Tordesillas también están en posiciones de peligro en el Grupo VIII de Tercera División.

Estos malos resultados preocupan al cuerpo técnico de un Zamora B que lidera Manuel Álvarez: “Lo cierto es que estamos muy preocupados. El descenso del rendimiento ha sido muy pronunciado y nos hemos metido en los problemas del descenso. La actitud y la implicación de los jugadores sigue siendo máxima, pero no entendemos cómo el rendimiento puede haber bajado de forma tan pronunciada”, explica para zamora24horas Manuel Álvarez.

Pese a que el técnico prefiere evitar el tema, lo cierto es que las constantes bajas por sanción y lesión están mermando de manera superlativa ese potencial que puede atesorar el Zamora B: “No voy a poner excusas, pero es cierto que ese extremo puede estar afectando”, dice de forma escueta un Álvarez que es consciente, aunque no lo haga público, que las constantes bajas están pasando demasiada factura.

El Zamora B tiene actualmente 29 puntos y la permanencia en los últimos años ha estado fijada en los 40 para evitar el descenso directo y los posibles arrastres. “Tenemos que conseguir ganar dos o tres partidos en las próximas semanas para no ponernos nerviosos. Estamos en un momento de la liga en el que es vital ser prácticos y por eso renunciaremos al fútbol que veníamos haciendo en la primera fase de la liga para ser más directos. Con 40 puntos estamos salvados y vamos a jugar ante rivales de la zona baja como Benavente, Navega o Medinense. Dependemos de nosotros para tener un final de liga tranquilo o sumirnos en más problemas”, finaliza Manu Álvarez.

Este fin de semana, el Zamora B tendrá que visitar al Mojados, un conjunto muy físico, corpulento y con buen juego aéreo; facetas que suelen atragantársele al Zamora B. Pese a todo, el filial rojiblanco necesita una victoria que únicamente ha conseguido en la segunda vuelta ante El Ejido por 3-1.

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