Bajo esa premisa, los jugadores dirigidos por Eduardo García Valiente han huído del clásico relato infantil y se han aproximado mucho más a las hazañas de Harry Houdini, para convertirse en auténticos escapistas, no se han tenido que librar de ataduras y esposas como el famoso ilusionista, pero sí de los prejuicios y las previsiones de una liga que les condenaba al descenso antes de empezar.
El descanso en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza fue el punto de inflexión, con un equipo renacido en aquella segunda parte y que, desde ese momento, en los 90 minutos de balonmano disputados, sólo ha encajado 29 goles.
Una semana después, tras la segunda victoria ante Anaitasuna, el MMT Seguros se ha acomodado en la sexta plaza de Asobal, algo anecdótico a estas alturas de temporada, pero que sin duda hará ya a muchos olvidarse que los pistacho no tienen nada de equipo 'cenicienta', que son aguerridos y competitivos hasta la extenuación, con la tercera mejor defensa de la competición y el segundo máximo goleador a bordo, un auténtico conjunto de clase media de la Liga Asobal.
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