La afición del Zamora CF ha demostrado este domingo que tiene memoria para honrar a los que fueron sus héroes. La parroquia rojiblanca, casi en pleno, le ha dedicado una de las ovaciones de la tarde a un jugador del equipo rival, pero con un pasado glorioso a orillas del Duero. El receptor de esos aplausos no es otro que Sergio Villanueva, el interior diestro que maravilló a la hinchada entre enero del 2003 y junio del 2005; dos años y medio en los que disputó dos play off, incluido aquel de Castellón en el que el equipo se quedó a un gol del ascenso.
Diez temporadas después de aquella que finalizó entre lágrimas en Castalia, Villanueva ha vuelto a Zamora con la camiseta del Lealtad para disputar el último cuarto de hora de partido y tratar de ejercer como revulsivo para los suyos. Su salida ha puesto en pie a una grada que, también al final del partido, le ha despedido con un nuevo rosario de aplausos. El asturiano ha respondido llevándose la mano al corazón en un momento emotivo que, por un instante, ha llevado la nostalgia al Ruta de la Plata.
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