La parroquia villaralbina ha vivido una semana algo extraña, y es que el aficionado del GCE llevaba dos meses sin encontrarse con la sensación de la derrota. Una derrota que se produjo el pasado fin de semana en casa del Almazán y que cortó la buena racha encadenada por el equipo de Diego Rojas y que le había permitido encaramarse a la tercera posición de la tabla. Ahora, tras una derrota relativamente inesperada, los jugadores eléctricos desean desquitarse logrando un triunfo ante el Villamuriel.
El calendario marca que el conjunto villaralbino deba jugar dos encuentros seguidos fuera de casa, por lo que el GCE Villaralbo deberá volver a viajar. En este caso a tierras palentinas ante un Villamuriel que es uno de los recién ascendidos que hay este año en la categoría y que tan solo tiene dos puntos de margen con respecto al descenso. No será un rival desconocido para la afición zamorana, ya que hace tan solo siete días estaba en el Ruta de la Plata midiéndose ante el Zamora y cayendo por tres goles a uno.
La semana ha pasado con normalidad para las huestes de Diego Rojas que están con ganas de que llegue un nuevo duelo para poder desquitarse de la derrota del domingo anterior. Además, el técnico tendrá las buenas noticias de que recupera a dos jugadores importantes en su esquema después de cumplir sanción por acumulación de amonestaciones, Rubi y Villa. Eso, unido a la ausencia de lesiones, permitirá tener al técnico azulón a todos sus jugadores disponibles en un duelo en el que el GCE, como es lógico, mantendrá, si gana, su posición en la zona noble de la tabla.
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