El ciclista zamorano del Team Caja Rural Seguros RGA está cada vez más cerca de su gran objetivo de terminar su primera gran vuelta por etapas. Tan solo le restan tres jornadas más, dos de relativa tranquilidad para él y una muy dura que finaliza en el Alto de Aitana. Antes, este jueves los ciclistas afrontaban lo que parecía una etapa tranquila y llana, pero Jaime Rosón se encargaba de negarlo: “Vaya etapa. Todo el día subiendo y bajando. No ha habido ni un metro llano. Ha sido una etapa demasiado larga sin necesidad a estas alturas, pero es lo que hay”, lamentaba Rosón, que está notando la exigencia de una gran ronda de tres semanas.
Hay que recordar que Rosón portaba en la etapa de este jueves el dorsal de color rojo en señal de haber recibido el día anterior el premio a la combatividad. Es la segunda vez que lo viste, después de que la Vuelta también le hiciera subir al pódium en la etapa de San Andrés de Teixido para recibir el premio del juego limpio. Al finalizar la etapa, Rosón perdía algo más de cinco minutos con respecto al grupo principal; y es que el zamorano levantó el pie en los últimos kilómetros ante el exigente ritmo impuesto por los equipos de los velocistas para lanzar el sprint.
Ahora, queda por delante la contrarreloj individual, la dura etapa montañosa del sábado que finaliza en el Alto de Aitana y el paseo triunfal del domingo por Madrid. “Para mí, este viernes será un día para recuperar un poco de energías y de esa forma poder afrontar de la mejor manera posible la durísima etapa del sábado”, finalizaba.
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