Me llamó el organizador que quería montar una categoría de féminas y me dijo que si me interesaba el proyecto. Yo le dije que sí sin pensarlo y ya luego se lo dije a mi padre, que también le pareció buena idea. A partir de ahí nos pusimos manos a la obra y alquilamos la moto que íbamos a llevar a la prueba, empecé a rodar con ella y pensé que con ese ‘hierro’ no iba a ir a ningún lado.
¿Estaba familiarizada con la moto?
La verdad es que no. Yo todo el campo que hago estoy acostumbrada a hacerlo con una moto de enduro, por eso nada más coger la vespa por ciudad y ver que se iba todo el rato hacia el lado del motor ya noté que el reto iba a ser más complicado de lo esperado. Luego la preparamos para el raid y al probarla por caminos noté que se iba para todos los lados. Pero luego, con los amortiguadores que me mandó un patrocinador, la moto empezó a ir mejor.
¿Cómo vende esta historia a los patrocinadores?
Preparamos un dossier con toda la información de la aventura y quisimos hacer ver a la gente que esto era una cosa seria y que no íbamos a darnos un paseo. El tema patrocinio está muy complicado. Yo he trabajado en un proyecto en la Universidad en el que me tocó la parte de marketing y ya sabía dónde me metía con esta aventura. Todo está muy mal, pero aposté por buscar unos patrocinios bajos y por acudir a los amigos.
¿Y quiénes confiaron en este proyecto?
Dos Ruedas, Stratomoto, Paulino Iglesias, Sancho 2, Bonum Seguros, Taberna Numancia, Quesos Entreviñas, La Toscana, Pizzería Dayrona, Autoescuela Alonso, Energym, Publisan, Carbone Amortiguadores, Yamalube, Acerbis, Roturacing y Galfer.
Acepta el reto, consigue la financiación y acude al raid. ¿Cuánta gente conforma la caravana del Vespa Raid Maroc?
Éramos 26 participantes y toda la caravana tendría más de medio centenar de personas.
¿Dónde se hospedaban durante la prueba?
Estuvimos en un buen hotel, muy lujoso, con todos los servicios a nuestra disposición. Uno de los días de la etapa maratón dormimos en otro hotel que también estaba bien acondicionado.
¿Había temor por que hubiese algún problema de seguridad?
Allí no hay problemas de seguridad. La gente está acostumbrada a que vayan turistas, a lo mejor no de maleta, pero sí al turismo de aventura. Entonces no hay problemas de seguridad porque viven de eso.
Al margen de la carrera, ¿daba tiempo a hacer algo más?
Yo tuve suerte porque llevaba un equipo muy profesional al que agradezco su trabajo y eso me permitía descansar bien. Mi padre estaba siempre revisando la moto para que yo no tuviera que parar en mitad de la etapa a reparar nada. Pero la gente que no ha llevado asistencia lo ha pasado muy mal. Han cometido el error de preparar demasiado la moto, y cuando achuchas demasiado el vehículo rompe por algún sitio. Las etapas eran largas, llegabas tarde al hotel y si te ponías a arreglar todo ya se hacía tarde y no descansabas. Pero yo he estado tranquila con las dos personas que llevaba de asistencia.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios