Sara García: “El Vespa Raid Maroc ha sido una lucha entre el cuerpo y la mente”
¿Cómo recuerda las primeras etapas del Vespa Raid Maroc 2013? Los primeros kilómetros de la primera etapa fueron muy duros porque iba un poco patosa por todos los sitios tirando mucho de brazos y espalda, y te cansas el triple que cuando tienes una técnica más depurada. La peor fue la segunda etapa, que tenía muchos tramos de arena y tenías que estar todo el rato bajando de la moto, subiendo, empujando y todo con un calor sofocante. Cuando acabé ese día pensé que a partir de ahí ya me podían echar todo lo que quisieran. Fredy, del gimnasio Energym, me ha ayudado muchísimo para aguantar esta aventura, tanto física como psicológicamente.
¿En alguna etapa pensó en abandonar?
En la segunda etapa, cuando pasé el punto de control que estaba a unos treinta kilómetros de la meta, pensé que no podía más. Que era imposible. Iba llorando desde el punto de control hasta la meta dentro del casco, diciendo que no podía más. Pero por otro lado pensaba que estaba a un paso, después de 150 kilómetros recorridos. Es una prueba en la que vas jugando con tu mentalidad. Es una lucha del cuerpo contra la mente. Cuando llegué me derrumbé porque sabía que en tres horas tenía que afrontar la etapa nocturna.
¿Y cómo fue esa etapa nocturna?
En la etapa salimos un poco acongojados. Porque una etapa nocturna por el desierto con una vespa suena raro. Pero la verdad es que la organización se portó bien, eran pistas fáciles y sin tramos de arena. La única dureza que tenía la etapa es que la carretera estaba muy ondulada e íbamos mucho rato botando sobre la moto.
La opción final de podio se pierde en la penúltima etapa, ¿qué pasó?
El penúltimo día era una etapa muy larga y la gente estaba muy cansada. Entonces, en la noche anterior se habló de un posible cambio para acortarlo. Yo me quedé con que eran cinco horas y salí a la etapa a tope para que me diese tiempo a llegar a los máximos puntos posibles. Mi estrategia fue acudir a los lugares que más puntos daban y dejar los que menos puntuaban para vuelta; y cuando llegué al final, pensando que quedaba poco tiempo para el final del tiempo que nos daban, mi padre me dijo que aún me quedaban dos horas y media de etapa. Pero ya no me daba tiempo a volver a los puntos que había dejado porque tenía que reparar el cambio y un pinchazo e ir demasiado lejos a hacer las fotos que me faltaban. Fue el día de mayor bajón. Ahí perdí 40 puntos y me faltaron 30 para haber entrado en el podio de la general.
Habla de fotos. Para los neófitos en este tema, ¿cómo se puntúa en este tipo de raid?
La noche anterior a la etapa te dan una tarjeta de memoria con todos los puntos a los que tenías que acudir para fotografiarlos y demostrar que habías pasado por allí. Además tenías que hacer exactamente la misma fotografía que te daba la organización. Y es que una foto que no estuviera bien hecha puntuaba cero, y eso es lo que me restó puntos en la primera etapa, ya que yo en otras pruebas a las que había ido no hacía falta fotografiar exactamente el punto como te marcaba la organización. Esas fotografías eran las que servían para conseguir los puntos que te colocaban en un puesto o en otro de la general.
¿Repetirá experiencia el año próximo?
Si no pasa nada, la intención es que sí. Ha sido una experiencia para repetir y hemos tomado bastantes apuntes para hacerlo mejor la próxima vez, tanto en la moto, como en el pilotaje, como en la navegación.
Y al margen de la Vespa Raid Maroc 2014, ¿hay algún proyecto más en mente?
Nos ha salido este año un proyecto nuevo que no está dentro de mis competencias y es bajar de copiloto al Rally de Merzouga en un boogie. He aceptado la aventura porque es un rally que tiene mucho prestigio y va gente que está corriendo el mundial de raids. Te da mucha reputación y me va a venir bien porque se utiliza una navegación que hasta ahora nunca he usado y es más difícil que los GPS.
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