SENSACIONES: La sensación que tenéis probablemente seaparecida a la mía: victoria amplia y contundente en el marcador pero ninguna sensación defacilidad en todo el partido ni en el resultado final. Habéis visto que Gijón,como otros tantos equipos, es un equipo muy físico y con un buen talento, dehecho venían con los dos máximos anotadores de la categoría, Amon y Reynolds.Ha sido necesario un extraordinario partido de muchos de los jugadores delequipo para conseguir llevarnos una victoria que nos sabe a gloria.
SOLIDEZ: Lo hablábamos hace quince días. Es complicado, aestas alturas de la temporada para nosotros, tener la sensación de solideznecesaria como para que si conseguimos una ventaja el poder mantenerla. Dentrode eso, creo que el equipo ha manejado mejor los tiempos y las situaciones quese han dado mejor que en otros partidos. Ahora, simplemente, es seguirtrabajando y añadiendo cosas para que el nivel diario sea más sólido.
BAJAS: Hablábamos toda la semana de que la plantilla quetenemos es corta, desde que se nos va Pablo tenemos once jugadores. Ahora mismoUnai, las próximas dos, tres semanas no contamos con él; Anthony empezará estasemana y veremos a ver si está; Biel de lo que se ha resentido es de la lesiónque le tuvo un mes en el dique seco; Javi, aunque no ha dicho nada,literalmente me ha dicho ‘me he reventado el pie’; Guido, al final es másaparatoso que real, pero entrenar conuna ceja rota nos dirán que algún día no lo hagamos.
COSTE: Esta victoria nos va a salir cara pero sí que hay unacosa que repito y no me canso: la sensación de que cada partido para nosotroses una guerra. No veis a nadie de que tenga la sensación de entrar en la pistay decir, ‘bueno, vamos a jugar un partido más’, no, vamos a jugar un partido enel que todas las personas que nos vienen a ver y nos siguen se merecen elrespeto y que demos el cien. Eso se transmite. Hoy habéis visto como gentelesionada, tocada, o que ha jugado una minutada seguida, y yo lo único que veíaeran tortas en cada rebote ofensivo y defensivo, caídas al suelo, golpes comoel de Guido. Es el mejor ejemplo, sale dos minutos, la gran mayoría de jugadorescon los que he compartido vestuario y he entrenado, lo normal es que dijesen ‘novoy a meterme en muchos problemas, porque además el entrenador que es un pococapullo sólo me ha sacado dos minutos, no es el momento de meterme en problemas’,pero ha hecho una defensa perfecta, Reynolds le ha dado un codazo y le haabierto la brecha. Más allá de esa defensa, ese tipo de acciones ayudan mucho acrear una identidad en el club y en el equipo. Los jugadores lo saben, creo quees de agradar.