Saulo Hernández: "Hoy la moneda ha caído de nuestro lado, pero no tengo la sensación de que hayamos sido merecedores de la victoria"
El técnico del CB Zamora hablaba así tras la gran victoria cosechada este domingo en el Ángel Nieto
SENSACIONES. Es complicado, así en caliente, resumir todo lo que se ha vivido hoy en el Ángel Nieto. Yo creo que lo primero es agradecer a la afición porque buena parte de esta victoria es suya. Lo hemos dicho muchas veces, que tenemos una sensación en el pabellón de que cuando las cosas lo estamos haciendo rematadamente mal, ellos nunca nos juzgan. Siempre nos apoyan y entienden que en el deporte hay veces que las cosas no salen bien y siguen empujándonos para intentar que nos salgan. Eso por un lado. Entonces, superagradecidos. Por otro lado, agradecer el esfuerzo de mis jugadores. Llevamos tres partidos en ocho días con mucha intensidad y encima hoy con una prórroga que nos obligaba a un esfuerzo extra contra Oviedo, que llevaba nueve días desde el último partido en Alicante.
OVIEDO. Aunque ahora mismo sé que no sirve para mucho, a mí me gustaría felicitar a Oviedo. Es decir, creo que son un ejemplo de cómo salir a la pista cada vez, los 40 minutos al 300% y sin importarle quién es el rival y qué pasa enfrente.
PARTIDO. Hoy la moneda ha caído de nuestro lado, pero no tengo para nada la sensación de que hayamos sido merecedores de la victoria. Creo que nuestra primera parte ha sido de lo peor que recuerdo como entrenador en mucho tiempo. Porque hay cosas que, si jugamos a este nivel, si jugamos en Primera FEB, tenemos que entender que no son negociables. Y nosotros en la primera parte hemos salido a jugar al baloncesto no sé pensando en qué. Y claro, yo como entrenador soy el máximo responsable. Y la persona que no tengo una explicación clara que habrá que buscar para que nuestros jugadores entiendan que solo tenemos alguna opción de competir cada partido. Y como en la segunda parte, nosotros luchamos más que ellos, competimos más que ellos, vamos al rebote como si fuese el último rebote... Entonces ahí a lo mejor podemos hablar de qué hacemos después, qué tipo de defensa, qué tipo de ataque. Pero en la primera parte, de verdad que hacía mucho tiempo que no tenía una sensación de ser tan mal entrenador como con la que he ido al vestuario.
CAMBIO DE MENTALIDAD EN EL DESCANSO. No lo sé, yo estaba muy enfadado. Yo entiendo que siempre en un partido, y más en casa, sí que es verdad que hay momentos donde la energía se transforma y creo que es una de las cosas que son mágicas en el deporte, que no sabes exactamente qué jugada es o en qué momento, que de repente los jugadores empiezan a creer, el público empieza a creer y se convierte en algo mágico y maravilloso como hemos vivido hoy. Pero me gustaría no tener que pasar por el proceso de la primera parte. Nosotros somos Zamora. De verdad que no me voy a cansar de repetirlo, somos Zamora. Zamora es un equipo hiperhumilde que tenemos que basarnos en trabajar más y mejor que cualquier otro y en salir a cada partido con más ganas que cualquier otro de representar a este club y a esta ciudad, luchando, corriendo, empujando y haciendo todo lo que se supone que tiene que ser nuestro ADN y después habrá días en que entren más o que entren menos las canastas. Hoy creo que eso ha pasado en la segunda parte, apoyados por un Colby Rogers descomunal, que ha metido canastas de un valor en una dificultad tremenda y creo que también Oviedo, acabo de ver las estadísticas, ha metido 19 triples. Recuerdo que en la previa del partido yo decía que se comete un error si se piensa que como venimos de jugar contra Obradoiro y Coruña, ahora viene Oviedo. Si es que ellos perdieron de cuatro contra Obradoiro, si es que han ganado de 20 en Fuenabrada, si es que es un equipazo superbién dirigido y es lo que habéis visto en la primera parte. Que no se me malinterprete, supercontento de ganar. Cada victoria es un mundo, pero yo creo que se puede ganar de diferentes maneras y sobre todo se puede ganar con una sensación de que lo que estás haciendo va a servir para en el futuro ganar de manera más consistente. Lo que ha pasado hoy pasa una vez de cada 100 o 200 partidos. Que en la primera parte lo estés haciendo muy mal, se cambie la atmósfera del pabellón, vayamos 20 abajo, 20 y pico, remontemos y tengas jugadores en estado de gracia. Con eso vamos a ganar muy pocas. Yo intento trabajar para que seamos un equipo consistente que como Oviedo ha mostrado que tiene que ser desde el minuto uno. Esa es un poco la sensación que tengo.
TY ROBERTS. Ahora vamos a ver cómo le reacciona a Rodilla. Ha jugado más de lo que teníamos diagnosticado de manera médica hoy, pero es muy complicado para él y para nosotros en un partido como este. Al final se muere por salir a la pista y jugarlo, pero claro, ahora alguno está diciendo que al final Ty no lo ha hecho bien. Ya, nos ha fastidiado, lleva dos meses y medio fuera. Que esto no es lo que siempre digo, no es un juego de ordenador donde metamos a alguien y automáticamente él recuerde lo que es sentir la emoción, lo que es sentir la presión, lo que es jugar. Bueno, pues Ty es mucho Ty, es nuestro mejor jugador. Hoy creo que, en el inicio del tercer cuarto, ha tenido momentos de devolver esa electricidad y esa sensación de que podía ser posible, pero mucha gente lo ha hecho muy bien en esa segunda parte. Creo que los pivots, Jonas y Joey, han hecho una defensa infinitamente mejor que en la primera. Nuestros exteriores han tenido un rato fantástico donde nos ha ayudado no solo en puntos, sino en energía. Lo que hemos hablado de Colby. Toni nos ha dirigido de manera extraordinaria y en defensa ha estado atrás increíble. Lo que pasa es que, claro, la emoción del partido hace que nos fijemos en si pierde un pase o si no mete en un tiro libre, pero creedme que remontarle 22 puntos a Oviedo en 15 minutos es de mucho mérito. Y así como digo que en la primera parte nuestra labor no ha sido nada buena, en la segunda ha sido extraordinaria.
INTENSIDAD. Para mí lo más valioso del partido de hoy es haber conseguido sacar adelante la prórroga cuando nosotros teníamos la sensación de que lo teníamos ganado y, entre comillas, y que se me entienda, lo habíamos perdido nosotros. Eso para un jugador es muy complicado. Tú estás en la pista, vas a 200 pulsaciones, tienes la adrenalina por las nubes y es muy complicado decirle a la cabeza que deje de pensar que le acabas de cagar y que vamos a perder. dja de pensar eso, vamos a resetear y cinco minutos de nuevo al máximo. Y en la prórroga ellos han tenido un momento en el que parecía que ellos eran los que se llevaban el partido. Entonces ser capaz de, con fallos, gente muy joven como tenemos, que hayan sido capaces de sacar eso adelante, diría que es lo que más me agrada del partido de hoy, que trabajamos mucho e intentamos trabajar. El baloncesto es un juego de errores y que se gasta mucha energía y mucho tiempo en pensar qué es lo que he hecho mal, que eso ya no lo vamos a arreglar, ahora qué es lo que puedo intentar hacer mejor. Pero eso que suena aquí en la mesa se dice súper fácil, en la pista es muy complicado y creo que todo el mundo lo ha hecho muy bien.
También te puede interesar